miércoles, octubre 25, 2017

LA VENEZUELA MARXISTA Y LA UNIDAD POPULAR.



¿Qué tiene ver que Pinochet con Venezuela? 
  Ya me están aburriendo las comparaciones infantiles y otros casos de ignorancia al comparar la Venezuela marxista que creó el ex militar golpista, Hugo Chávez y que regenta Nicolás Maduro con el Gobierno cívico militar chileno que gobernó entre septiembre de 1973 y marzo de 1990. Otra comparación totalmente injusta e infantil es comparar el gobierno de las Fuerzas Armadas y de Orden con la dictadura comunista cubana. Esta última comparación es del escritor chileno y ex comunista, Roberto Ampuero. 
   Cuando termino el gobierno de Sebastián Piñera, el novelista Roberto Ampuero escribió la novela Detrás del Muro. En esa oportunidad, hizo la siguiente declaración: “Para Chile no quería ni la dictadura de Pinochet ni la de estilo Fidel Castro”. Para Chile él quería una dictadura comunista. Por eso, él formo parte de la Unidad Popular. El Gobierno de las Fuerzas Armadas fue una consecuencia del intento totalitario de Allende tal como lo expresa el Acuerdo de la Cámara de Diputados. Ya se olvidó que nos querían llevar también hacia guerra civil. La comparación es injusta. El gobierno de los militares se fijaron un itinerario y lo cumplieron. No pensaban perpetuarse como régimen comunista. Además, en primer lugar, para la Izquierda de hace de más de cuarenta años era lo más normal que en un sistema comunista no hubiese pluripartidismo y ni otros medios de prensa, salvo el medio oficial del Partido Comunista. En segundo lugar, cuando gobernando los militares, la oposición tenía radios, revistas y diarios. En tercer lugar, los partidos políticos estaban en receso, porque fueron ellos los que nos llevaron al debacle. En cuarto lugar, la mayoría de la población pidió la intervención, mientras Ampuero y los termocéfalos de la UP estaban en minoría. Quinto lugar, se olvida de las diez toneladas de armas que interno Allende apoyado por Cuba. Aquí estuvo el cubano Patricio de la Guardia Font encargado de la guerrilla.Un mentiroso siempre es un mentiroso, aunque sea un convertido. Trabaja para el enemigo al falsear la historia. El ex comunista trivializó el hecho de que Allende fuese un agente pagado por la KGB con el apodo ‘LIDER’, cuando escribió una novela sobre él retratándolo como liberal, como si no hubiere que creerle a la DINA, más sí a las supuestas torturas que recibió Michelle Bachelet cuando estuvo presa. Más sí al Informe Rettig, donde se dio por detenido desaparecido un mirista que apareció viendo en Nueva York y que lo premió el ex alcalde Rudolph Giuliani, por sus servicios a la comunidad 
  ¿Qué tiene que ver el régimen marxista de Venezuela con el Gobierno cívico militar chileno? En la última columna del director de la Fundación para el Progreso (FPP), Axel Kaiser compara el rechazo internacional que tiene el gobierno de Nicolás Maduro con el gobierno de Pinochet. La dictadura cubana de Fidel Castro llevaba más de 10 años y, sin embargo, la llamada ‘comunidad internacional’ no la condenada. Y qué decir de los países detrás de la Cortina de Hierro. Se olvida Kaiser que la campaña orquestada por la ex Unión Soviética a través de los medios infiltrados contra el gobierno militar empezó el mismo 11 de septiembre como lo hace ver la periodista chilena Nena Ossa. Luego cita las palabras del ex Primer Ministro español, el socialista Felipe González, quien afirma: "el Chile de Pinochet respetaba más los derechos humanos que el paraíso de paz y prosperidad de Maduro". No sé qué visión habrá tenido el ex primer ministro español de la Unidad Popular y de Allende, cuando lo que hay en Venezuela es copia feliz del gobierno marxista chileno. No hay que olvidar, cuando cayó el agente de la K.G.B., conocido por su apodo ‘Líder’, los embajadores de ese gobierno en la Europa Occidental fueron a pedir asilo al gobierno de Francisco Franco. El relato de la Izquierda es que todo lo malo comenzó con el Gobierno Militar. Felipe González todavía no ha leído el Acuerdo de la Cámara de Diputados de agosto de 1973, en que acusa al gobierno de Allende de violar la mayoría de los derechos humanos y cometer flagelación y tortura contra los opositores. Las palabras de González nos pueden servir de contrapunto al ponerlas frente a las palabras que dijo hace poco el sacerdote Percival Cowley de la Congregación de los Sagrados Corazones, quien se emplazó al cardenal Jorge Medina. Una de las preguntas que formulo fue: “¿Qué hizo y qué dijo el señor cardenal en Chile cuando se violaban sistemáticamente los DD.HH.?”. ¿Quién está diciendo la verdad sobre los derechos humanos bajo el Gobierno cívico militar: Felipe González o Percival Cowley?
   Mientras políticos como el socialistas Ricardo Lagos, el ex ministro del primer gobierno de Bachelet, Andrés Velasco en su oportunidad compararon el gobierno marxista de Venezuela con el Gobierno de las Fuerzas Armadas y Orden, la Radio Chile que es de muy izquierda los refuta en el 2015: “Hugo Chávez nos trajo a Salvador Allende al presente. Retomó en su tierra las banderas del Presidente Allende de la Unidad Popular y el pueblo chileno construyendo una nueva vía al socialismo del siglo XXI en la República Bolivariana de Venezuela”. 
      El golpista Hugo Chavéz dijo en el 2003: "lo que le hicieron a (Salvador) Allende están tratando de hacernos a nosotros". 
   Cuando murió Hugo Chávez en el 2014, la Fundación Allende el siguiente comunicado: “La Fundación Salvador Allende, Seccional Guayana, Estado Bolívar, hace llegar sus más sentidas condolencias a los padres, hermanos, hijos, nietos y demás familiares, por la pérdida irreparable de nuestro querido y apreciado presidente Hugo Chávez Frías, como también al pueblo revolucionario que sufre la terrible perdida, de quien aportó todo su esfuerzo físico y mental para transformar a Venezuela en un país de justicia, que pudiera llevar a su pueblo a la "máxima suma de felicidad" como dijera nuestro padre Libertador Simón Bolívar”. 
   Estaba pensando que los chilenos que se exiliaron en Venezuela son parte responsables de la situación que viven los venezolanos, pues le habrán contado puras mentiras sobre el gobierno marxista leninista de Salvador Allende. Eso explicaría la ignorancia de las esposas de los venezolanos presos que vinieron a Chile, y que fueron recibidas por los partidarios de la ex UP y la DC opositora.    En efecto, la Izquierda chilena aprendió de la experiencia de la Unidad Popular e igualmente la Izquierda Internacional. Las instituciones se opusieron a Allende. Por eso, la Izquierda desde 1990 se ha dedicado tomárselas, de modo tal que no prime la ley, y con Bachelet se han quitado el pudor. Eso lo vemos en la Justicia, la Contraloría, Servicio Impuestos, Servel y la Fiscalía. El marxismo internacional también aprendió la lección. Eso lo ilustra el ex dirigente y representante de todos los gremios se opusieron a Salvador Allende agrupados en la Confederación Única de Profesionales de Chile (CUPROCH) , Julio Bazán Álvarez en su libro Lo derrocó el pueblo:
  ““Huelga General de Mujeres” es una organización creada por el PC francés y que tiene ramificaciones mundiales. Esta organización, en abril de 2003, alertó a John Sweeney, presidente de los sindicatos de los EE.UU., sobre el peligro, para el gobierno de Chávez de la creación de una CUPROCH en Venezuela”.   
   Después Bazán afirma que la organización que él dirigió contra la Unidad Popular fue tomada en cuenta por la Izquierda, luego de la caída de Allende. Culpan a Nixon y a Kissingir, pues, según ellos: “Hizo uso de contratos y dineros gubernamentales para organizar y sostener a CUPROCH, una confederación de “Trabajadores Profesionales” liderada por Julio Bazán, un ejemplo típico de un aristócrata fascista, que llamó a formar un “gobierno autoritario” de las Fuerzas Armadas y de las elites educadas, con la “masacre masiva de comunistas y de otras fuerzas de Izquierda””. 
   Si uno lee cualquier artículo del Instituto Cato referido a Venezuela, no encontrará ninguna referencia a los mil días de la Unidad Popular. Lo peor es que no mencionan el derecho a la rebelión. Desde que el régimen chavista comenzó a inculcar las libertadas, la mayoría de los articulistas o blogueros eran partidarios de la vía institucional para sacar a los marxistas. Cuando el diálogo se acaba, viene la fuerza. Así ha sido siempre desde los albores de la humanidad, ya sea entre países, ya sea dentro de un mismo territorio. Ni menos se les ocurre un programa económico como “El Ladrillo”, pues es el único camino.
   En julio de 1973, al ex presidente de la República y presidente del senado, el demócrata cristiano, Eduardo Frei Montalva en una reunión con los dirigentes de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) dijo las siguientes palabras por la grave situación que vivía el país: “Este problema sólo se arregla con fusiles”. Estas palabras quedaron en constancia en el Acta de Rivera. 
   La Izquierda del Foro de Sau Paulo apoya el gobierno o la dictadura de Nicolás Maduro. Ellos insisten en el diálogo, cuando ya nada más que hablar. En la reciente visita del vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence quedo manifiesto el apoyo de Bachelet a Maduro con las palabras: “no apoyará golpes de estado ni intervenciones militares en Venezuela”. Antes de la visita del político norteamericano, Bachelet había condenado el gobierno de Maduro. Pues, como dijeron en otro, esas lágrimas de cocodrilo de la mandataria no son auténticas. Se olvida Bachelet de la intromisión militar de Cuba en el país de Simón Bolívar. Lo único que está permitido en este rincón del mundo, es el socialismo del siglo XXI vía la democracia liberal, para luego destruirla por dentro como ocurrió en Chile en la UP. Y ahora en Venezuela y nuestro país con la retroexcavadora de la Nueva Mayoría en curso. 
   Mientras escribía este post, me acorde de unas palabras que dijo el general Augusto Pinochet sobre la democracia en el libro Ergo Sum Pinochet de las periodista progresistas Raquel Correa y Elizabeth Subercaseux y que vi en unos libros que comenzaron a publicarse por la Editorial Maye. Según la Izquierda latinoamericana lo que hay en Venezuela es democracia. Por eso, apelan al diálogo y no la fuerza, aun cuando han muerto cientos de personas por la acción del gobierno. 
    Una periodista le pregunta: “-Mientras se incendiaba este Palacio, ¿pensó en algún momento que se estaba rompiendo dramáticamente una tradición democrática de larga data como la chilena?” Respuesta: “¡Que democracia se estaba rompiendo! Ése es un cuento que me traen aquí, al “apriete”. ¡Miren la tradición democrática que había! -dice con sorna-. El señor Allende hacía lo que quería: el Senado no era respetado. La Cámara de Diputados, tampoco. La Contraloría rechazaba los decretos y le mandaban decretos con insistencia. La Justicia…¡Los trataba de viejos tales por cuales! ¿A eso lo llama democracia? ¿Ésa es la democracia que les gusta? ¡A mi esa forma de democracia no me gusta! Palabra de Honor”. Esa es la democracia que le gusta a Bachelet y Cía, no la democracia liberal. 
   Dicho sea de paso, al hojear rápidamente el libro Ergo Sum Pinochet, se nota que ambas periodistas se hacen las lesas sobre el intento totalitario de la UP, no saber distinguir entre un gobierno totalitario y uno autoritario y, por último, dan crédito sin pruebas a los rumores que inventó a la Izquierda: caso Letelier y torturas, entre otras cosas. 
 ¿No se parece Nicolás Maduro a Allende? 
  Si hubiese a lo menos un venezolano inteligente opositor a Maduro, no serían socialdemócratas o socialistas moderados. 
 Volviendo a la pregunta con que se inicia este post. Respuesta: en nada

Javier Bazán Aguirre,

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