viernes, octubre 27, 2017

ZEID RA’AD AL HUSSEIN, BENITO TRANGOL Y LA ARAUCANÍA.



Difícilmente se podría establecer una relación entre dos nombres tan diferentes: Zeid Ra’ad Al Hussein y Benito Trangol. Sin embargo,  ellos son más cercanos de lo que parece a primera vista.
Como se recordará, en nuestro último comentario respecto del conflicto mapuche de la Araucanía, criticamos la actitud del Gobierno chileno de retirar la demanda de delitos terroristas a los detenidos por incendio de un templo religioso, entre los cuales se encontraba Benito Trangol.
Lo que no sabíamos entonces, era de dónde provenía la orden de retirar esa demanda. Nos parecía, al igual que a la gran mayoría de los chilenos, que ella vendría de la presidente Bachelet.
Sin embargo, noticias publicadas la semana pasada nos informan que no era así. Ella era emanada de un Sr. Zeid Ra’ad Al Hussein.
Ud. me preguntará quién ese ese Sr., qué relación puede tener con la Araucanía y cuál es su autoridad para decidir sobre asuntos que incumben exclusivamente a nuestra soberanía nacional.
Le paso a responder, pues nosotros nos formulamos las mismas preguntas que Ud. y buscamos los antecedentes.
El Sr. Zeid Ra’ad Al Hussein es un príncipe de origen Jordano que ocupa el cargo de director del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (ACNUDH), y que, en su calidad de tal, emitió el siguiente decreto: “Los cargos en contra de estos individuos (mapuches acusados de delito de quema de templo religioso)  deben ser revisados con urgencia y se les deben brindar las garantías de un juicio justo, propias del sistema de justicia ordinaria”.
Es decir, quien decidió la medida del Gobierno de la Nueva Mayoría fue un príncipe Jordano,  que sobre la violencia mapuche debe saber menos de que el defenestrado rey de la Araucanía, Orlien Antoine I.
Lo que podría parecer un hecho anecdótico y casi pintoresco, esconde una verdadera tragedia. Hoy la soberanía nacional cada vez importa menos en las decisiones  nacionales. Las  autoridades chilenas –queriendo o no- se doblegan a los dictados de la ONU.
Pero, para controlar el mundo, las Naciones Unidas deben tener a entidades de su “confianza” que les advierta sobre las decisiones y decretos que deben emitir.
Es decir,  alguien o algunos informaron a este príncipe Jordano de lo que ocurría en Chile con los araucanos. Y ese alguien o esos algunos informantes, obviamente que tenían influencia en ese organismo como para ser oídos y atendidos de inmediato.
Entonces resulta necesario saber quiénes son y qué piensan esos informantes.
De acuerdo con la noticia publicada en la prensa nacional, una de las redactoras del mencionado decreto del Alto Comisionado de los DDHH de la ONU se llama, Tauli-Corpuz y es la Relatora sobre temas indígenas de este organismo.
Esta Sra. hace exactamente hace un año, publicó un Informe de la sobre los derechos de los pueblos indígenas, donde afirma: “Desde el punto de vista de la conservación, cuando los pueblos indígenas pierden la tutela sobre sus tierras y estas quedan bajo el control gubernamental, esas áreas se ven expuestas a la colonización destructiva, las industrias extractivas, la tala ilegal, la expansión de las agroempresas”.
Es decir, este decreto de la ONU, tan rápidamente atendido por el Gobierno Bachelet, lo que buscaba era  dar completa soberanía sobre “sus tierras ancestrales” a los mapuches, y así, acabar con todos los emprendimientos de aprovechamiento para el bien del conjunto de la nación. O sea, una mezcla de ecología profunda con miserabilismo económico.
¿Sabrán de esto quienes reclaman un reconocimiento constitucional inmediato de “los pueblos originarios”?
Si no lo saben, es el caso de decir que actúan con poca prudencia, pues basta entrar en internet para certificar los hechos aquí comentados.
Pero, si lo saben, ¿cómo entender entonces una exigencia que pondrá en tela de juicio la propia unidad nacional?
Son las interrogantes que nos dejan las noticias publicadas esta semana.

CredoChile.cl

miércoles, octubre 25, 2017

LA VENEZUELA MARXISTA Y LA UNIDAD POPULAR.



¿Qué tiene ver que Pinochet con Venezuela? 
  Ya me están aburriendo las comparaciones infantiles y otros casos de ignorancia al comparar la Venezuela marxista que creó el ex militar golpista, Hugo Chávez y que regenta Nicolás Maduro con el Gobierno cívico militar chileno que gobernó entre septiembre de 1973 y marzo de 1990. Otra comparación totalmente injusta e infantil es comparar el gobierno de las Fuerzas Armadas y de Orden con la dictadura comunista cubana. Esta última comparación es del escritor chileno y ex comunista, Roberto Ampuero. 
   Cuando termino el gobierno de Sebastián Piñera, el novelista Roberto Ampuero escribió la novela Detrás del Muro. En esa oportunidad, hizo la siguiente declaración: “Para Chile no quería ni la dictadura de Pinochet ni la de estilo Fidel Castro”. Para Chile él quería una dictadura comunista. Por eso, él formo parte de la Unidad Popular. El Gobierno de las Fuerzas Armadas fue una consecuencia del intento totalitario de Allende tal como lo expresa el Acuerdo de la Cámara de Diputados. Ya se olvidó que nos querían llevar también hacia guerra civil. La comparación es injusta. El gobierno de los militares se fijaron un itinerario y lo cumplieron. No pensaban perpetuarse como régimen comunista. Además, en primer lugar, para la Izquierda de hace de más de cuarenta años era lo más normal que en un sistema comunista no hubiese pluripartidismo y ni otros medios de prensa, salvo el medio oficial del Partido Comunista. En segundo lugar, cuando gobernando los militares, la oposición tenía radios, revistas y diarios. En tercer lugar, los partidos políticos estaban en receso, porque fueron ellos los que nos llevaron al debacle. En cuarto lugar, la mayoría de la población pidió la intervención, mientras Ampuero y los termocéfalos de la UP estaban en minoría. Quinto lugar, se olvida de las diez toneladas de armas que interno Allende apoyado por Cuba. Aquí estuvo el cubano Patricio de la Guardia Font encargado de la guerrilla.Un mentiroso siempre es un mentiroso, aunque sea un convertido. Trabaja para el enemigo al falsear la historia. El ex comunista trivializó el hecho de que Allende fuese un agente pagado por la KGB con el apodo ‘LIDER’, cuando escribió una novela sobre él retratándolo como liberal, como si no hubiere que creerle a la DINA, más sí a las supuestas torturas que recibió Michelle Bachelet cuando estuvo presa. Más sí al Informe Rettig, donde se dio por detenido desaparecido un mirista que apareció viendo en Nueva York y que lo premió el ex alcalde Rudolph Giuliani, por sus servicios a la comunidad 
  ¿Qué tiene que ver el régimen marxista de Venezuela con el Gobierno cívico militar chileno? En la última columna del director de la Fundación para el Progreso (FPP), Axel Kaiser compara el rechazo internacional que tiene el gobierno de Nicolás Maduro con el gobierno de Pinochet. La dictadura cubana de Fidel Castro llevaba más de 10 años y, sin embargo, la llamada ‘comunidad internacional’ no la condenada. Y qué decir de los países detrás de la Cortina de Hierro. Se olvida Kaiser que la campaña orquestada por la ex Unión Soviética a través de los medios infiltrados contra el gobierno militar empezó el mismo 11 de septiembre como lo hace ver la periodista chilena Nena Ossa. Luego cita las palabras del ex Primer Ministro español, el socialista Felipe González, quien afirma: "el Chile de Pinochet respetaba más los derechos humanos que el paraíso de paz y prosperidad de Maduro". No sé qué visión habrá tenido el ex primer ministro español de la Unidad Popular y de Allende, cuando lo que hay en Venezuela es copia feliz del gobierno marxista chileno. No hay que olvidar, cuando cayó el agente de la K.G.B., conocido por su apodo ‘Líder’, los embajadores de ese gobierno en la Europa Occidental fueron a pedir asilo al gobierno de Francisco Franco. El relato de la Izquierda es que todo lo malo comenzó con el Gobierno Militar. Felipe González todavía no ha leído el Acuerdo de la Cámara de Diputados de agosto de 1973, en que acusa al gobierno de Allende de violar la mayoría de los derechos humanos y cometer flagelación y tortura contra los opositores. Las palabras de González nos pueden servir de contrapunto al ponerlas frente a las palabras que dijo hace poco el sacerdote Percival Cowley de la Congregación de los Sagrados Corazones, quien se emplazó al cardenal Jorge Medina. Una de las preguntas que formulo fue: “¿Qué hizo y qué dijo el señor cardenal en Chile cuando se violaban sistemáticamente los DD.HH.?”. ¿Quién está diciendo la verdad sobre los derechos humanos bajo el Gobierno cívico militar: Felipe González o Percival Cowley?
   Mientras políticos como el socialistas Ricardo Lagos, el ex ministro del primer gobierno de Bachelet, Andrés Velasco en su oportunidad compararon el gobierno marxista de Venezuela con el Gobierno de las Fuerzas Armadas y Orden, la Radio Chile que es de muy izquierda los refuta en el 2015: “Hugo Chávez nos trajo a Salvador Allende al presente. Retomó en su tierra las banderas del Presidente Allende de la Unidad Popular y el pueblo chileno construyendo una nueva vía al socialismo del siglo XXI en la República Bolivariana de Venezuela”. 
      El golpista Hugo Chavéz dijo en el 2003: "lo que le hicieron a (Salvador) Allende están tratando de hacernos a nosotros". 
   Cuando murió Hugo Chávez en el 2014, la Fundación Allende el siguiente comunicado: “La Fundación Salvador Allende, Seccional Guayana, Estado Bolívar, hace llegar sus más sentidas condolencias a los padres, hermanos, hijos, nietos y demás familiares, por la pérdida irreparable de nuestro querido y apreciado presidente Hugo Chávez Frías, como también al pueblo revolucionario que sufre la terrible perdida, de quien aportó todo su esfuerzo físico y mental para transformar a Venezuela en un país de justicia, que pudiera llevar a su pueblo a la "máxima suma de felicidad" como dijera nuestro padre Libertador Simón Bolívar”. 
   Estaba pensando que los chilenos que se exiliaron en Venezuela son parte responsables de la situación que viven los venezolanos, pues le habrán contado puras mentiras sobre el gobierno marxista leninista de Salvador Allende. Eso explicaría la ignorancia de las esposas de los venezolanos presos que vinieron a Chile, y que fueron recibidas por los partidarios de la ex UP y la DC opositora.    En efecto, la Izquierda chilena aprendió de la experiencia de la Unidad Popular e igualmente la Izquierda Internacional. Las instituciones se opusieron a Allende. Por eso, la Izquierda desde 1990 se ha dedicado tomárselas, de modo tal que no prime la ley, y con Bachelet se han quitado el pudor. Eso lo vemos en la Justicia, la Contraloría, Servicio Impuestos, Servel y la Fiscalía. El marxismo internacional también aprendió la lección. Eso lo ilustra el ex dirigente y representante de todos los gremios se opusieron a Salvador Allende agrupados en la Confederación Única de Profesionales de Chile (CUPROCH) , Julio Bazán Álvarez en su libro Lo derrocó el pueblo:
  ““Huelga General de Mujeres” es una organización creada por el PC francés y que tiene ramificaciones mundiales. Esta organización, en abril de 2003, alertó a John Sweeney, presidente de los sindicatos de los EE.UU., sobre el peligro, para el gobierno de Chávez de la creación de una CUPROCH en Venezuela”.   
   Después Bazán afirma que la organización que él dirigió contra la Unidad Popular fue tomada en cuenta por la Izquierda, luego de la caída de Allende. Culpan a Nixon y a Kissingir, pues, según ellos: “Hizo uso de contratos y dineros gubernamentales para organizar y sostener a CUPROCH, una confederación de “Trabajadores Profesionales” liderada por Julio Bazán, un ejemplo típico de un aristócrata fascista, que llamó a formar un “gobierno autoritario” de las Fuerzas Armadas y de las elites educadas, con la “masacre masiva de comunistas y de otras fuerzas de Izquierda””. 
   Si uno lee cualquier artículo del Instituto Cato referido a Venezuela, no encontrará ninguna referencia a los mil días de la Unidad Popular. Lo peor es que no mencionan el derecho a la rebelión. Desde que el régimen chavista comenzó a inculcar las libertadas, la mayoría de los articulistas o blogueros eran partidarios de la vía institucional para sacar a los marxistas. Cuando el diálogo se acaba, viene la fuerza. Así ha sido siempre desde los albores de la humanidad, ya sea entre países, ya sea dentro de un mismo territorio. Ni menos se les ocurre un programa económico como “El Ladrillo”, pues es el único camino.
   En julio de 1973, al ex presidente de la República y presidente del senado, el demócrata cristiano, Eduardo Frei Montalva en una reunión con los dirigentes de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) dijo las siguientes palabras por la grave situación que vivía el país: “Este problema sólo se arregla con fusiles”. Estas palabras quedaron en constancia en el Acta de Rivera. 
   La Izquierda del Foro de Sau Paulo apoya el gobierno o la dictadura de Nicolás Maduro. Ellos insisten en el diálogo, cuando ya nada más que hablar. En la reciente visita del vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence quedo manifiesto el apoyo de Bachelet a Maduro con las palabras: “no apoyará golpes de estado ni intervenciones militares en Venezuela”. Antes de la visita del político norteamericano, Bachelet había condenado el gobierno de Maduro. Pues, como dijeron en otro, esas lágrimas de cocodrilo de la mandataria no son auténticas. Se olvida Bachelet de la intromisión militar de Cuba en el país de Simón Bolívar. Lo único que está permitido en este rincón del mundo, es el socialismo del siglo XXI vía la democracia liberal, para luego destruirla por dentro como ocurrió en Chile en la UP. Y ahora en Venezuela y nuestro país con la retroexcavadora de la Nueva Mayoría en curso. 
   Mientras escribía este post, me acorde de unas palabras que dijo el general Augusto Pinochet sobre la democracia en el libro Ergo Sum Pinochet de las periodista progresistas Raquel Correa y Elizabeth Subercaseux y que vi en unos libros que comenzaron a publicarse por la Editorial Maye. Según la Izquierda latinoamericana lo que hay en Venezuela es democracia. Por eso, apelan al diálogo y no la fuerza, aun cuando han muerto cientos de personas por la acción del gobierno. 
    Una periodista le pregunta: “-Mientras se incendiaba este Palacio, ¿pensó en algún momento que se estaba rompiendo dramáticamente una tradición democrática de larga data como la chilena?” Respuesta: “¡Que democracia se estaba rompiendo! Ése es un cuento que me traen aquí, al “apriete”. ¡Miren la tradición democrática que había! -dice con sorna-. El señor Allende hacía lo que quería: el Senado no era respetado. La Cámara de Diputados, tampoco. La Contraloría rechazaba los decretos y le mandaban decretos con insistencia. La Justicia…¡Los trataba de viejos tales por cuales! ¿A eso lo llama democracia? ¿Ésa es la democracia que les gusta? ¡A mi esa forma de democracia no me gusta! Palabra de Honor”. Esa es la democracia que le gusta a Bachelet y Cía, no la democracia liberal. 
   Dicho sea de paso, al hojear rápidamente el libro Ergo Sum Pinochet, se nota que ambas periodistas se hacen las lesas sobre el intento totalitario de la UP, no saber distinguir entre un gobierno totalitario y uno autoritario y, por último, dan crédito sin pruebas a los rumores que inventó a la Izquierda: caso Letelier y torturas, entre otras cosas. 
 ¿No se parece Nicolás Maduro a Allende? 
  Si hubiese a lo menos un venezolano inteligente opositor a Maduro, no serían socialdemócratas o socialistas moderados. 
 Volviendo a la pregunta con que se inicia este post. Respuesta: en nada

Javier Bazán Aguirre,

domingo, octubre 22, 2017

EL INCÓMODO JOSÉ ANTONIO KAST (VIDEO #ENADE2017).

La candidatura del ex militante UDI ha sido tema obligado en las últimas reuniones del comando de Sebastián Piñera. Y es que aunque está lejos de amenazar el lugar de privilegio del ex mandatario en la carrera presidencial, sí puede ser perjudicial en la ventaja que éste pretende tomar en la primera vuelta respecto de su más cercanos contendor, Alejandro Guillier.


Creo en Dios. Creo en la patria. Creo en la familia. Apenas José Antonio Kast termina de pronunciar esas palabras, los más de 200 asistentes al foro empresarial Enade 2017 estallan en aplausos. Lo hacen mientras Kast está en el podio, mirando sus apuntes, esbozando una leve sonrisa con sabor a triunfo, disfrutando el momento. Los aplausos, algunos rayando en la euforia, siguen.
-No creemos en un Estado grande. Quiero funcionar, no quiero más burocracia. Quiero bajar los impuestos.
De los 20 minutos que dura su exposición, José Antonio Kast no es interrumpido ni una, ni dos, sino 17 veces por los aplausos de los empresarios. El mismo Kast que sólo minutos antes se paseaba por los pasillos de CasaPiedra con una carpeta transparente y de borde azul en la mano, casi en solitario. El mismo al que no persiguieron los flashes, como a Sebastián Piñera apenas llegó, y el mismo que no vino apoyado por un gran grupo de políticos, como Carolina Goic.
Apenas Kast termina de hablar, la ovación del público retumba en las paredes.
Abajo, a apenas tres metros del candidato independiente de la derecha, está parte del comando de Chile Vamos. Todos perplejos ante el ex UDI que, con un discurso sin matices y con su corbata perfectamente anudada, de brillante amarillo dorado, ha conseguido opacar a todo el resto de los expositores, incluido Piñera.
Es Kast, el incómodo Kast
En las últimas semanas, el nombre Kast se instaló en el comando del ex presidente. Hasta ese entonces, el ex mandatario sólo había tenido una serie de declaraciones cruzadas con el diputado, pero éste comenzó a hacer llamados públicos para que militantes UDI lo respaldaran el 19 de noviembre y -a esta altura- son varios los que reconocen que el parlamentario ha logrado despertar a un sector radical de la derecha que para muchos estaba más bien “dormido”. En esta línea, hay quienes advierten que Kast está conquistando el electorado del mundo militar y evangélico, que durante las primarias de Chile Vamos estaba en manos del entonces aspirante Manuel José Ossandón.
Una de las primeras en advertir la necesidad de salir a enfrentar a Kast fue la presidenta, Jacqueline van Rysselberghe. En una de las habituales reuniones de Piñera con los presidentes y secretarios generales de Chile Vamos de los lunes, la senadora le planteó al ex mandatario la necesidad de concretar más gestos al mundo de militares en retiro. Quienes estuvieron en la cita aseguran que Piñera se negó, argumentando que la real pelea de votos está en el centro político. El ex mandatario también le aseguró que su programa tiene iniciativas importantes para el sector por el que abogaba Van Rysselberghe: no cerrará Punta Peuco, levantará un proyecto para que todos los enfermos terminales cumplan sus condenas en sus casas y modernizará la carrera militar.
A la senadora se sumó el secretario general de RN, Mario Desbordes, quien días después y, en la misma instancia, le comentó a Piñera la posibilidad de hacer más guiños, esta vez para el mundo evangélico, principalmente en materia de principios. La respuesta fue la misma: se gana conquistando el centro político.
A pesar de la reticencia del ex mandatario, los partidos activaron sus gestiones. La senadora UDI Ena von Baer es la encargada de mantener los lazos con el mundo evangélico, labor que también cumple Desbordes, candidato a diputado por el distrito 8. Los militares en retiro, en tanto, mantienen reuniones con la propia presidenta UDI.
En medio de la incomodidad creciente de sus ex socios, Kast ha aumentado su ofensiva en contra de Piñera y no pocos quedaron indiferentes en su exposición en la Enade, cuando en medio de risas y aplausos, mostró lo que para él es el real legado del ex presidente:la imagen de la Mandataria, Michelle Bachelet, recibiendo la banda presidencial de manos de Piñera.
El candidato de Guzmán
Ocurrió en 1984. Uno de los muros del Campus Oriente estaba cubierto por una tela de color rojo intenso. Pero no era cualquier bandera, y José Antonio Kast, estudiante de primer año de Derecho en la UC, apenas la vio decidió sacarla. Era una bandera del MIR, el Movimiento de Izquierda Revolucionario.
-Llegó a mi sala con una tela inmensa, de dos metros y medio por uno y medio, y me dijo: ‘¿Me puede guardar esta bandera? Estaba en el patio y yo no acepto que en mi universidad haya una bandera del MIR’. José Antonio es tímido, pero una persona muy valiente. El tema de la bandera demuestra su determinación. Aún la tengo guardada -dice Gonzalo Rojas, abogado y profesor de la Universidad Católica.
En esos años, Kast ya participaba activamente en el movimiento gremial. Aunque, dice Cristóbal Orrego, uno de sus amigos y compañero de generación, no tenía el desplante de hoy. Pero aunque era tímido y capaz de ponerse colorado por una simple broma, asegura Orrego, el actual diputado fue siempre muy claro para decir lo que pensaba. Siempre defendió sus ideas, las mismas que lo acercaron a Jaime Guzmán.
-Fue de los últimos formados por Jaime -explica Gonzalo Rojas y agrega: -Si hoy Jaime estuviese vivo, sería un caballero mayor de 71 años y, sin duda, José Antonio sería el candidato que le gustaría, porque recoge todo lo de Jaime Guzmán.
Fue en 1996 que José Antonio Kast emprendió un camino de no retorno en la política. Ya por esos años estaba casado con Pía Adriasola -con quien tiene nueve hijos- y vivía dentro de los terrenos de la fábrica de cecinas de su familia, en Buin. Su comuna fue la que escogió para comenzar su carrera política, su primer cargo fue como concejal. Ahí conoció a Andrés Palomer, amigo íntimo que hasta el día de hoy recuerda su primer encuentro con Kast.
-Me habían sacado un parte por un disco ‘Pare’ en Buin y en ese tiempo ya conocía a José Antonio. Era mi amigo, era concejal, así que le pedí ayuda para sacarme el parte. Me miró con cara de espanto y me dijo: ‘Eso que tú me estás pidiendo es tráfico de influencias y es una forma de corrupción’. Ahí me di cuenta de quién era José Antonio. Él nunca te va a decir lo políticamente correcto por hacerse el popular. Te va a decir lo que piensa, te guste o no.
Para algunos, Kast es un conservador recalcitrante, por la defensa férrea de algunas de sus ideas: la defensa de los valores cristianos, la familia, el matrimonio heterosexual, el no al aborto. Eso, dicen sus cercanos, lo ha mantenido vigente desde que comenzó en política. Primero como concejal de Buin, luego como diputado por el distrito 30 (San Bernardo, Calera de Tango, Paine y Buin) y actualmente como diputado por el 24 (La Reina y Peñalolén).
Hoy, a un año de haber renunciado a la UDI, el partido en el que militó por dos décadas, y a meses de haber partido una candidatura independiente de derecha con apenas 850 firmas y luego haberla inscrito en agosto con más 43 mil rúbricas, José Antonio Kast marca cinco puntos en la encuesta Cadem y, en privado, en ciertos sectores no descartan que llegue a 10 puntos en la primera vuelta. Y, según sus cercanos, sigue con las mismas convicciones con que llegó a la política en 1996. Esos ideales, explican desde su entorno, son los que lo acercan a sectores que no tenían un candidato.
-Un nicho de personas que estaban esperando al candidato que tenía que llegar, alguien que está rescatando a la UDI original -explica Javier Leturia, fundador y ex militante UDI y jefe del comité político de la candidatura de Kast.
Uno de esos sectores es, por ejemplo, el grupo de personas que rescata el legado del régimen militar.
Aunque el abogado Hermógenes Pérez de Arce recién conoció el año pasado personalmente a José Antonio Kast, dice que hace 10 años que lo apoya, porque es uno de los pocos que defienden al gobierno militar.
-Es el único. No es un “arrepentido”, ni “acomplejado”, ni “cerebro lavado”. Él representa los valores esenciales: la verdad, la libertad, la ley y el orden. Y es el único que defiende el legado militar. Hay un voto silencioso en favor del legado del gobierno militar que se manifiesta de tanto en tanto. De los militares que conozco, puedo citar apoyos a José Antonio de generales, oficiales y almirantes en retiro, como Cristián Labbé, Guillermo Garín, Santiago Sinclair y Benjamín Opazo.
Los evangélicos son otro de los grupos que se han acercado a la candidatura del ex UDI. Juan Manuel Freire, pastor de la Iglesia de Vitacura, explica que reconoció a Kast como una figura política afín en 2009, cuando el Congreso comenzó a discutir la entrega de la “píldora del día después”. Es, dice, el único político que tiene una historia en temas valóricos, porque siempre defendió los valores de Dios.
-Esta es una candidatura que realmente nos identifica. Hoy no vamos a votar por el menos malo, votamos por Kast porque nos identifica. Pero nosotros no nos sometemos a Kast, nos sometemos a Dios. Mientras esté de acuerdo con las cosas que Dios dice, vamos a estar con él.
Paso en falso
A inicios de septiembre, y en la antesala de la conmemoración de un nuevo aniversario del 11 de septiembre, el comando de Piñera ya había definido la estrategia del “voto útil”. Esta buscaba atraer al electorado del diputado y abrir la posibilidad de ganar en primera vuelta. El diseño consistía en llamar a las personas a no perder su voto y entregarlo al candidato que realmente podía ganar la elección, en este caso, Piñera.
Sin embargo, la irrupción mediática del parlamentario obligó al comité estratégico del comando de Piñera -donde participan el ex presidente, los ex ministros Andrés Chadwick, Cecilia Pérez y Luciano Cruz-Coke, el senador RN Alberto Espina, el encargado programático Gonzalo Blumel y los diputados Nicolás Monckeberg (RN) y Ernesto Silva (UDI)- a reajustar su estrategia, ya que se evaluó como un error salir a responder los planteamientos de Kast y hacerlo aparecer como “víctima”.
El problema es que la votación que obtenga el diputado sí representa un problema claro para el ex mandatario: será clave a la hora de consolidar la ventaja que puede alcanzar en la primera vuelta respecto de su más inmediato contendor, Alejandro Guillier.
Aun así, uno de los análisis que realizó el comité es que Piñera al referirse a Kast sólo le da más tribuna y protagonismo a la candidatura del diputado. Por eso, a partir de esta semana, el ex presidente no se referirá más al parlamentario, evitando cualquier tipo de confrontación con él.
El comité estratégico de Piñera delineó cuatro ideas en torno a Kast: primero, hacer un llamado a la ciudadanía a un “voto reflexivo”, que se elija a aquel candidato que puede derrotar a la izquierda; segundo, que el diagnóstico del diputado es equivocado al pensar que tiene posibilidades de pasar a segunda vuelta; tercero, el balotaje será entre Piñera y Guillier, y cuarto, mientras más votos obtenga Piñera en la primera vuelta, más fácil será ganar la Presidencia en el balotaje.
“Creemos que un porcentaje muy importante que votará por Kast no quiere que haya un nuevo gobierno de la Nueva Mayoría, pero aquella gente que definitivamente no va a votar por Piñera en segunda vuelta, que vote por un parlamentario de la UDI en primera”, señala Van Rysselberghe.
“La candidatura de Kast no sólo contribuye al debate, también va a contribuir a generar un movimiento importante de personas que no irían a votar, pero lo van a hacer porque se sienten atraídos por la candidatura de José Antonio y es evidente que esas personas van a votar por los candidatos de Chile Vamos”, asegura el diputado UDI Arturo Squella, el único parlamentario que ha anunciado públicamente su respaldo a Kast.
En el comando, en tanto, y tal como lo ha transmitido Piñera, se decidió enfatizar la campaña hacia la convocatoria al centro político, en particular en segunda vuelta. La reflexión es que naturalmente una parte del electorado del diputado votará por el ex mandatario en segunda vuelta y un porcentaje -que consideran marginal- nunca marcará su opción.
Estudios del equipo del ex mandatario separan actualmente al electorado en tres grupos: los rojos, que no votarán por el ex presidente; los azules, votos seguros para el candidato de Chile Vamos, y los blancos, caracterizados como los indecisos. El objetivo de Piñera, por estos días, será lograr fidelizar a los electores blancos, los cuales tienen precisamente un perfil más bien de centro.
En el conglomerado opositor -en todo caso- varios ponen los ojos en los oficios del diputado UDI Ernesto Silva, quien surge como la principal carta para ser un enlace entre la candidatura de Piñera y un eventual apoyo de Kast de cara a la segunda vuelta.
Ya termina Enade 2017 y en su intervención José Antonio Kast intenta dejar en claro que su candidatura presidencial es más que un mero testimonio, más que una manera de incomodar.
-Hay que vencer los miedos, vencer los vetos. Nosotros tenemos que ir a todos los espacios, a todos los foros, a todos los debates a defender lo que creemos. Hay que dejar de lado la calculadora, las encuestas, lo políticamente correcto. Defendamos lo que pensamos, lo que creemos. Sigamos nuestras convicciones.
Gran parte de la primera fila de los asistentes se para. Algunos gritan “¡Bravo!”, otros aplauden con fuerza.
José Antonio Kast, el mismo que llegó sin ser perseguido por los flashes que siguieron al abanderado de Chile Vamos en su entrada, se va con todo: con los aplausos, con la ovación, con las cámaras fotográficas retratando los saludos, las felicitaciones, las palmadas en la espalda, con todo lo que Sebastián Piñera no tuvo luego de terminar su presentación.
Kast, el incómodo Kast, camina hacia la salida. Y sonríe.
Reportaje de La Tercera,

jueves, octubre 19, 2017

¿HACER JUSTICIA POR MANO PROPIA ES UN ACTO ILEGÍTIMO?



"Vocero de la Suprema le recordó a Kast que hacer justicia por mano propia es ilegítimo".

Este es un título, que como ya es habitual en Chile, nos demuestra una vez más la bajeza en que ha caído el Poder Judicial, que desde varias décadas trabaja para el Lumpen de Izquierda.

No soy Abogado, pero tampoco soy un Ignorante como la mayoría de los chilenos, señor Milton Juica.
Lo que usted acaba de señalar (ante las declaraciones de don JOSÉ ANTONIO KAST, de utilizar un arma contra un delincuente que entra a su casa y pone en peligro a su familia), es un verdadero disparate y una gigantesca falta de respeto a las miles de víctimas que anualmente son asesinadas o asaltadas por maleantes.

Usted, señor Juica, está diciendo que la "Ley de la Legítima Defensa" es "Ilegítima".
Por tipos como Usted, es que la "Ley" es una prostituta que nadie respeta.
Sí, por tipos como Usted, que debieran combatir a los delincuentes, y proteger a los ciudadanos honestos, es que ellos (los delincuentes) son los únicos que tienen "derechos".

Diga, de cara al país, que la autodefensa, la de nuestra familia o terceros es un "delito flagrante", porque atenta contra la integridad de los "protegidos" de los actuales señores Jueces.

Diga, de cara al país, que a ustedes se les olvidó la razón para la cual fueron contratados, que es la "administración de Justicia", porque la reemplazaron hace años por una inmunda "venganza".

¿Sabe Usted lo que sí es un "delito grave" e ilegitimo?
La Prevaricación.......que la cometen muchos de ustedes, y todos los días.

La suplantación de funciones públicas o el ejercicio ilegal de la profesión, también son delitos graves y lo comete nada menos que la propia Presidente de la República, y ustedes miran hacia el lado, como los mejores espectadores.

De los asaltos, como portonazos, alunizajes y otros, no se salva nadie, pero menos del 3% de los responsables llega a pisar una cárcel por la inoperancia de sus Tribunales, señor Milton Juica.

De los cientos de atentados terroristas que se cometen en un año, menos del 1% son castigados, por el contrario, la mayoría de las veces, terminan los extremistas siendo las pobres víctimas y son indemnizados por el Estado.

Usted acaba de recordar a don JOSÉ ANTONIO KAST, que don Werner Luchsinger (Q.E.P.D.), cometió un grave delito al intentar repeler un feroz ataque a su hogar, donde él y su señora Vivianne fueron asesinados, pero antes de este horrendo crimen, don Werner "hizo justicia por su mano" al disparar al terrorista Celestino Córdoba, que solo hacía su trabajo.

Sabe qué, señor Milton Juica, usted y su sistema completo son una grosera, indigna, deshonesta y miserable "farsa".

Y recuerde que somos las "víctimas" los que pagamos sus inmerecidos sueldos, no los políticos, ni los delincuentes que también viven como garrapatas de nuestro trabajo y sacrificio.


Jorge Tejos Rodríguez
VIVA CHILE ¡¡

lunes, octubre 16, 2017

¿LEGADO O MOCHILA?



Los aleteos desesperados de la Nueva Mayoría, o lo que queda de ella, para salvar la candidatura del exrostro (o, al menos, para perder con cierta decencia), no tienen límites.
Mire este caso: “el gobierno debe endosar el legado de Bachelet a los que van a venir”, dijo esta semana el presidente de los siempre bien apitutados radicales.
¿Cuál legado, míster? ¿Será acaso el que ostenta un 56% de desaprobación popular?
Capaz que usted esté contento porque la presidenta está consiguiendo terminar su administración en torno al 30% de evaluación positiva, pero le recuerdo que eso es poquito y que ni se le compara al 80% con que culminó la vez anterior.
El legado, me temo, está salpicado de reformas a medio camino o, definitivamente, mal planteadas y peor ejecutadas. Si no me cree, hable con cualquier rector de universidad (estatal, tradicional, pública, privada o la definición que más le acomode): el diseño de la gratuidad no calza ni con los costos de las matrículas ni con la extensión promedio de las carreras.
Como resultado, o las instituciones se comen la diferencia o terminarán graduando a diestra y siniestra al sexto año, independiente de los conocimientos del estudiante.
Al revés de lo que usted señala, mi estimado dirigente político, ese legado que reclama se parece más a una mochila y la va a tener que cargar y resolver el siguiente gobierno, independiente de su color político, aunque todo indica que esa pega le tocará a Piñera. Y presumo que tendrá al frente a los liceanos y otros varios que, azuzados por los chicos de Giorgio, volverán a las calles para reclamar por vaya a saber uno qué cosa.
Porque, además, vendrán envalentonados por los votitos que consiga la Bea y convencidos de que ha llegado su oportunidad para alcanzar lo que todo político sueña: el poder. Después veremos qué hacer con ese poder, por ahora basta con tenerlo.
Mire el caso de este señor Puigdemont, un tipo gracioso que convocó a un plebiscito para declarar su independencia y congelarla a los cinco segundos.
A quien sí le atormenta esto del legado es a la Presidenta, que aspira a un par de puntos más en las encuestas antes de retornar a la ONU. Si incluso agarró avión (con fondos nuestros, por supuesto) para sacarse selfies con los futbolistas.
El problema es que Chile perdió. ¿Será el legado de Jadue?
Blog de El Contribuyente.

jueves, octubre 12, 2017

TERRORISMO: ¿LA ONU MANDA EN CHILE?



Casi en fecha coincidente con la monumental metida de pata de la Presidenta de quitar la connotación de terrorista a un grupo de extremistas comuneros mapuches, se conoció la solicitud de veedores del Alto Comisionado de la ONU para derechos humanos al Estado chileno de que se abstenga de aplicar esa ley a la etnia araucana.

El hecho de ser país miembro de la ONU, aportando anualmente para su funcionamiento con el escaso dinero fiscal disponible, no le concede el derecho de entrometerse en los asuntos internos de un país  --en ese caso, el nuestro— y, menos aún, de torcer lo que establece la ley local.

Días atrás, con motivo de su Asamblea General, llegó hasta la ONU en Manhattan el Presidente norteamericano, cuyo país es el principal sostenedor financiero del organismo. En su discurso calificó de “burócratas y holgazanes” a sus funcionarios, reflejando tal cual es la realidad.

La ONU vive en alerta ante cualquier amenaza a la paz, pero la paz está rota en diferentes partes del globo. Es incapaz de acciones realmente concretas y se dedica, mediante sus funcionarios muy bien remunerados y todos de izquierda, a dar ‘recetas’.

Una de éstas se la acaba de dar a Chile a raíz de los comuneros extremistas encarcelados.


Con motivo de la revueltas callejeras de los escolares en el Gobierno de Piñera,
Los manifestantes estaban siempre  flanqueadas por observadores de la ONU, filmadoras en mano, para registrar, y luego denunciar, el “abusivo accionar de Carabineros”. Jamás grabaron las tradicionales acciones vandálicas de los encapuchados.

La ONU se declara defensora de los pueblos originarios, protegiendo sus derechos ancestrales y cuidando su existencia. Dentro de esta misión están los mapuches.

Parece razonable y comprensible cualquier esfuerzo por cautelar  etnias aborígenes en todo el mundo, primero, porque son parte de la historia de la humanidad, y segundo, porque alguna vez fueron propietarias naturales de grandes extensiones.

Ese rol protector, se supone, es universal y generalizado y no puede reducirse a una tendenciosa micro acción ideológica, como lo obrado por fiscalizadores del Alto Comisionado en este caso puntual de los delincuentes terroristas de La Araucanía.

Estos observadores demandaron  que “el Estado chileno no puede aplicar la Ley Anti Terrorista al pueblo mapuche”. Sólo su ideologización puede inducirlos a cometer ese error.

De partida, la acción judicial de un tribunal de Temuco no está dirigida en contra del ‘pueblo mapuche’ en general, sino sólo contra un  reducido grupo de comuneros combatientes ----tan de izquierda como los veedores--, con preparación militar, dotados de armamento ilícitamente ingresado al país, con financiamiento desde el extranjero y que actúan en las sombras incendiando maquinarias, iglesias, camiones y viviendas.

Son guerrilleros, grupos armados, que imponen el terror entre la gente, y ésa es la definición castellana de terrorismo.

La ONU ni ningún otro organismo extranjero tiene la facultad de entrometerse en las reglas que imperan en Chile, y menos en normas legales establecidas en su legislación democráticamente aprobada.

Lo grave en este episodio de los comuneros apresados por incendio de templos y vehículos es la ‘coincidencia’ entre lo obrado por la Presidenta de la República y la instrucción del Alto Comisionado.

La Presidenta, al tanto del mal parecer de los veedores desde Ginebra, dictaminó recalificar los delitos de estos subversivos, quitándoles la connotación terroristas. Sin embargo, el tribunal a cargo del caso mantuvo la calificación de tal y, de paso, atajó la burda intromisión de un Poder del Estado en otro.

Es ejemplar la lección de dignidad, profesionalismo  e independencia dada por un juez chileno y por el Ministerio Público que lo apoyó.  



La Presidenta, recientemente nombrada para un cargo de mediación de conflictos en ONU (?), quedó cargando la peor de las vergüenzas con su retroacción: el juez encaró duramente al abogado del Gobierno, al preguntarle: “¿qué pretende usted al decirme que ahora se trata de gente inocente, luego de pedir en su acusación que les diera entre 26 y 29 años de cárcel?”.


Voxpress.cl