martes, febrero 14, 2017

EL FRACASO DEL GOBIERNO.


"Los bomberos se han sacado la cresta, no puedo tener voluntarios trabajando las 24 horas, no doy abasto. Estamos en una guerra. Este es un desastre nunca visto. En Pumanque se ha quemado el 80% de las tierras ¿qué más estamos esperando más bomberos y brigadistas muertos; más campos y casas arrasadas? ¿Dónde está el Estado, la voluntad y la actitud de emergencia? Esto no es una película ¿cómo podemos ser tan light? ¡Mientras nuestra televisión pasa desde esta tragedia al horóscopo!  (Declaración del Comandante de Bomberos de Pumanque,  Cristián López).

Así de categórico fue el juicio del voluntario frente a la tardía reacción del gobierno frente a los 54 focos de fuego, que manos criminales iniciaron en las regiones de Valparaíso, Metropolitana, del Libertador, el Maule y el Biobío.

Mientras bomberos y brigadistas de CONAF, junto a Carabineros y el Ejército, más voluntarios civiles (los propios vecinos, agricultores y propietarios cuyos predios, bienes, medios de subsistencia y viviendas era consumidas por las llamas), en La Moneda, Michelle Bachelet sostenía una reunión con el MOVILH a propósito del matrimonio homosexual. Así de erradas las prioridades y así de equivocada la conducta del Ejecutivo, que prefiere la comodidad de la sede del Ejecutivo a hacerse presente en los numerosos sitios amagados por la anunciada "tormenta de fuego".

El nivel central demoró más de 48 horas en decretar el Estado de Excepción, Zona y Estado de Catástrofe, para finalmente concluir en una confesión pasmosa: la ONEMI reconoció su limitación, la falta de medios apropiados y la incapacidad del país para enfrentar el desastre y pidió ayuda y colaboración internacional.

Algunos sostienen que el incendio de Pumanque es el más grande de la historia nacional: en realidad lo fue el de Aysén en 1930: con tres millones de hectáreas consumidas por el "roce" para clarear bosques milenarios.. Pero como sea, aquí naufragó toda la precaria política de emergencias y urge que el Estado, de una vez por todas, asuma la necesidad de planificar políticas de largo plazo ante los desastres que azotan Chile.

Es intolerable que todo, en la actualidad, esté reducido a la ONEMI; una oficina del Ministerio del Interior que carece de los medios adecuados, sin competencia para elaborar presupuestos, sin poder real para unificar todos los órganos que concurren usualmente a estas tareas, sin expertos en número ni atribuciones para establecer una dirección eficiente y eficaz.

Olvidemos a Bachelet quien el 27/F en Chaitén, en Copiapó, Valparaíso y tantos otros lugares de nuestro territorio, destruidos, exhibe una notable incompetencia y distanciamiento de la realidad. Ella no tiene voluntad. 

Esto debiera constituir una política de Estado, basada en completos estudios, planificación y proyectos, basados en nuestra propia experiencia y la de países que cuentan con servicios para tales efectos. 

¡Basta de improvisar! ¡Hasta cuándo! ¿qué candidato se hará cargo de este problema? ¿Cuándo abandonaremos aquel estado de cosas (light omo lo denominó el Comandante de Bomberos) donde lo ideológico aplasta las necesidades reales de miles de chilenos que sufren el rigor de la naturaleza y el daño y la muerte que provocan los criminales de siempre.

DespiertaChile.

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