miércoles, diciembre 30, 2015

VISITA PRESIDENCIAL Y BURGOS A DISTANCIA.


Señor director:
La Tercera.com

En un secretismo bastante inusual en la estructuración de la agenda presidencial, la Presidenta decidió visitar la Región de La Araucanía. A tal nivel llegó el hermetismo que muchos periodistas fueron -literalmente- convocados a un “viaje sin rumbo”. 

Más allá del juego de palabras, se trata de un viaje sin rumbo, porque independiente de la improvisación, seguramente con afán de evitar manifestaciones como legítima expresión del desamparo de las víctimas de la violencia, no se logra visualizar un destino claro en las definiciones políticas relativas al conflicto en La Araucanía. 

La situación de la IX Región no admite resoluciones tomadas entre gallos y media noche. Se trata del conflicto más relevante en nuestra sociedad, como lo ratifican una serie de estudios de opinión y también los sistemáticos episodios de violencia radicalizada, con repercusiones en los planos económico, político y social. 

Cuando la autoridad no tiene un norte definido prima la incertidumbre. Si algo ha quedado claro con este episodio, es que respecto del conflicto en La Araucanía, por parte de La Moneda no hay rumbo definido para un destino que debiese ser conocido: paz social.

Yasmin Zaror y Jorge Ramírez

Libertad y Desarrollo

BURGOS A DISTANCIA:

Casi jugando a las escondidas, la Presidenta Bachelet decidió finalmente visitar la región de la Araucanía; una zona que en los últimos años ha estado sometida a un creciente clima de inseguridad y hechos de violencia, revistiendo con una pesada carga lo que hoy injustamente se denomina ‘conflicto’ mapuche. Una visita presidencial que demoró casi dos años en concretarse y que debía tener entre sus prioridades los problemas de seguridad y orden público que en la actualidad afectan a agricultores, transportistas y comunidades indígenas. Extrañamente, el periplo no contó con la presencia del ministro Burgos, la autoridad política que por mandato constitucional debiera estar coordinando dicha agenda.
Difícil entender la ausencia del titular de Interior en esta actividad, como lo fue también su pública distancia de las frenéticas tratativas que en los últimos días llevó adelante el Ejecutivo para lograr la aprobación de la glosa sobre gratuidad universitaria. De algún modo, síntomas y señales delicadas que no han pasado desapercibidas, y que inevitablemente reinstalan la imagen de un jefe de gabinete desacoplado de la labor gubernamental y de la propia Mandataria.
Los precedentes no ayudan a despejar las dudas; más bien refuerzan la percepción de que Michelle Bachelet arrastra una dificultad crónica para encontrar un ministro del Interior que se ajuste al esquema y al estilo de conducción que ella impone a su entorno más inmediato. Salvo el caso particular de Rodrigo Peñailillo, las distancias y tensiones con sus jefes de gabinete han sido uno de los nudos irresolubles de la Mandataria, un factor que el último cambio de gabinete no logró mejorar en la interlocución de La Moneda con los partidos y el mundo parlamentario.
El hermetismo que rodeó este sorpresivo viaje a la Araucanía ha terminado siendo también un elemento que agrega un tono de desconcierto a la puesta en escena del gobierno. Si a algo contribuyeron estas extremas medidas de seguridad, fue a confirmar que la situación en la zona visitada no puede en ningún caso ser calificada de ‘normal’. Y si ese era el mensaje que la autoridad quería entregar al país, la ausencia del ministro de Interior lo hizo todavía significativo.
Criterios inexplicables o simple desprolijidad de última hora, que hicieron que la atención pública de nuevo se desplazara a cuestiones de forma, cuando lo relevante era poner el acento en la decisión de la Presidenta, de encarar al fin en terreno los problemas y desafíos que golpean a esa tensionada región de Chile.
Max Colodro.

domingo, diciembre 27, 2015

ARAUCANÍA: SÍ, ES TERRORISMO.


En una reciente entrevista, la presidenta Michelle Bachelet señaló que pronto viajará a La Araucanía. La Mandataria agregó que lo que sucede en las regiones VIII y IX es delincuencia, omitiendo con sus palabras -o derechamente descartando- lo que verdaderamente ocurre hace ya tanto tiempo: terrorismo.
Si bien, de ser cierto que visitará finalmente de manera oficial La Araucanía, es un avance (quizá tardío pero se valora, al fin y al cabo), es indudable que no podemos estar de acuerdo en cuanto a la apreciación del problema existente en el sur del país. Porque seguir insistiendo en establecerlo como mera delincuencia es un error que, ya antes de cualquier intento por acercar posiciones y así buscar una solución mancomunada entre todos, origina inmediatas e ineludibles aprensiones con respecto al genuino interés de la Presidenta por contribuir con el fin de la violencia y erradicar a los grupos radicalizados. Ya la demora en visitar la IX región ha sido una mala señal que ha socavado la confianza, y lo es aún peor con sus definiciones timoratas y, sobre todo, erradas en relación a lo que está sucediendo en el sur de Chile. Resulta imposible -o al menos muy improbable, a primera instancia- creer en que se puede siquiera debatir el tema y pretender hallar soluciones si ya de antemano no se reconoce la existencia de terrorismo. “Suavizar” el problema, tratándolo de delincuencia común (o asociándolo meramente al contrabando de madera, como lo se señaló en la entrevista), es lisa y llanamente seguir desconociendo lo que ocurre, de paso relegándolo como ya ha sido costumbre, no sólo por este gobierno, sino por todos en los últimos 25 años.
Como lo hemos señalado anteriormente, buscar un gran acuerdo político que permita devolver la paz al sur es una aspiración real y honesta. Por ende, tanto el gobierno como la Presidenta -en particular ella-, deben cambiar sus apreciaciones si realmente quieren ser parte de la solución y no meros comentaristas del problema, porque a esta altura parecen opinólogos fugaces que poco y nada han contribuido.
Peor aún, la Mandataria ha cometido otro error al reunirse con un dirigente camionero (Juan Araya), cuya representación es prácticamente nula a nivel nacional. Tememos que el gobierno ha pretendido dividir o derechamente quebrar al gremio con esta jugada, lo cual ha tenido como consecuencia el aumento en la desconfianza con la Presidenta. Ojalá, y quisiera creerlo así, este nuevo error sea parte de un mal manejo de quienes asesoran a la Mandataria y no una decisión deliberada de ella. Y precisamente ahí radica la importancia de que la Presidenta se defina y dé señales concretas y auspiciosas, porque hasta ahora, lamentablemente, ha sido todo lo contrario.

Alejandro Martini Iriarte, 
Movimiento Paz en La Araucanía.

viernes, diciembre 25, 2015

SE REQUIERE UN MILITAR. (Poema Anónimo).



“SE REQUIERE UN MILITAR”      (Poema anónimo)

Chilenos y Juventud
Es mentira lo que cuentan
La Historia no es ataúd
No se cambia ni se inventa.

Solo es cosa de leer,
Conversar con lo más viejos
El que quiere puede ver
y probar el vino añejo.

Este Chile es un desastre
Y Tú te dejas manipular.
Que la turba no te arrastre
Es hora de reaccionar.

Seguimos polarizados
Y lejos de la verdad
El país es superado,
Bien triste la realidad

Somos más de lo que pensamos
La misión es predicar
Los escritos del pasado
Son ejemplo que imitar.

Gladiadores de uniforme
la reserva del país
garantía que es enorme
corten esto de raíz.

El clamor ya se ha iniciado
Se irá siendo popular
Y al igual que en el pasado
Se requiere un militar.

DespiertaChile.

martes, diciembre 22, 2015

VIOLENCIA EN LA ARAUCANÍA.

La autoridad corre el riesgo de caer en un debate semántico que desconoce lo evidente.


A JUICIO de la Presidenta de la República en las regiones del Bío Bío y La Araucanía existe violencia “que parece violencia, pero que es delincuencia”. El problema, en opinión de la Mandataria, dice relación con el “contrabando de madera” y no tiene un origen “de tipo étnico”, como suele interpretarse a partir del denominado conflicto mapuche.
“Hay unas verdaderas redes de gente que hace negocio en esto, que es muy distinto de una situación más ideológica de algunos grupos”, sostuvo en entrevista al diario El Mercurio. Más categórico aún fue el intendente de la región, quien afirmó que “no existe conflicto mapuche”, sino que se trata de personas  que “son delincuentes que generan delitos violentos de alta connotación pública y que tratan de vincularlo a una causa mapuche que no es tal”.
La distinción podría resultar conveniente para efectos de perseguir estos delitos, destinando para ello las fuerzas policiales necesarias, sin afectar las sensibilidades de los sectores que defienden las demandas indígenas. No obstante, la autoridad corre el riesgo de enfrascarse en un debate semántico que desconoce lo evidente, confunde la cuestión de fondo y menosprecia la capacidad de estos grupos violentistas, así como los perjuicios y el temor que han provocado en la población.
Evidentemente, los sectores que han recurrido a la violencia para imponer sus intereses no representan a la comunidad mapuche, pero el mismo aparato estatal ha mostrado un comportamiento errático al momento de impedir que obtengan beneficios asociados a supuestas demandas étnicas. Si a las actuales autoridades les asiste el convencimiento de que se trata de grupos delincuentes sin asociación con la causa mapuche, resulta entonces un imperativo que se les prive, por ejemplo, de recibir tierras en el marco del proceso que desarrolla la Conadi, tal como lo requirió el Congreso en el marco de la discusión del Presupuesto de la República.
Pero eso no es todo. Llama la atención que la autoridad vincule la violencia en la zona con el contrabando de madera, considerando que se trata de un negocio ilegal que debiera ser controlado por diversas instituciones fiscalizadoras, comenzando por Impuestos Internos. En otras palabras, tomando además en cuenta la amplitud de actores que involucra una actividad como la señalada, sería esperable que el Estado contara con herramientas suficientes para abordar esta problemática y pusiera término a una situación que se extiende por ya demasiados años.
El problema es que no se trata, exclusivamente, de delincuencia “que parece violencia”. El país enfrenta un severo problema de delincuencia, al que tampoco escapan las regiones mencionadas, y que la ciudadanía insiste en exponer como su principal preocupación, tal como lo demuestran las diversas encuestas de opinión. Pero los atentados de constante ocurrencia en esta zona dejan en evidencia que estamos frente a hechos de carácter evidentemente terrorista, llevados a cabo por grupos que buscan imponer el temor en la población y que desprecian el valor de la vida humana, tal como ha quedado demostrado con crímenes como el asesinato del matrimonio Luchsinger-Mackay.
Un error de diagnóstico, en este contexto, no sólo afecta la forma y los mecanismos a los que debe recurrir el Estado para enfrentar el problema, sino que también repercute en la forma como la opinión pública interpreta estos atentados.
Editorial La Tercera.

domingo, diciembre 20, 2015

BACHELET: "NO ME CONOCEN NÁ".


La presidente ha hablado en cadena nacional: “no me conocen”, dijo. Fuertes palabras para alguien que lleva tantos años expuesta a la mirada pública. Tan fuertes, que hasta un conocido columnista llegó, precisamente, a desconocerla: no parecía ser la señora amable y sonriente a la que estábamos acostumbrados. ¿Irían dirigidas estas palabras sólo a sus adversarios políticos, a quienes frustraron su proyecto de gratuidad selectiva para la educación superior, o a todos los chilenos? A raíz de esto, vale la pena plantearse seriamente si acaso conocemos a nuestra presidente, y por extensión, a todos lo que ocupan cargos de elección popular.
¿La conocíamos? Teníamos una imagen suya, y a través de esa imagen, una conexión emocional. ¿Pero sabíamos, sabemos, quién es, qué piensa Michelle Bachelet? Si algo hubo características notorias durante la pre-campaña y la campaña presidencial, fueron la indefinición y el silencio.
La política actual, bien lo sabemos, tiene mucho de publicidad, y el producto no es de nicho, sino masivo, por lo que hay que ocultar todo lo que pueda asustar los grupos particulares, para ganar la mayor adhesión posible. El problema es que no hay a quien recurrir si la publicidad es engañosa. La imagen acogedora de Michelle Bachelet, con la que ganó a las multitudes, fue interrumpida algunas veces cuando se salió de libreto: un discurso a fines del 2005, la respuesta a un estudiante, un video con delantal blanco… y ahora. Pero esa faceta no era completamente desconocida. La Bachelet ideológica y radical (odiosa) estaba presente en su pasado en la izquierda extra-parlamentaria y, antes todavía, en su vinculación con organizaciones terroristas. La prensa, tan dócil, no hizo mayores esfuerzos en darla a conocer. Mejor no hacer preguntas incómodas.
La oposición tampoco lo hizo mejor: mientras que el electorado se quedaba con imágenes atrayentes y promesas vagas, la oposición sabía, o debía saber, lo que se venía, y no fue capaz de mostrar quién era Michelle Bachelet en realidad. Aun así este segundo gobierno suyo tuvo, desde el comienzo, una impronta distinta del anterior; estábamos empezando a conocerla.
Ella, en cierto modo, ha reconocido el juego publicitario, el ocultamiento de la realidad mediante la imagen. Nos lo ha dicho: “no me conocen”. La imagen que encanta, que vende, por la que se vota, es eso, sólo una imagen, producida por la publicidad puesta al servicio de una voluntad de ganar, que poco tiene que ver con representar al electorado. En otras palabras, un engaño. Son raros los momentos en que estas cosas se reconocen en política, es de esperar que el resultado sea una oposición más despierta y un electorado más crítico.
Federico García Larraín.

jueves, diciembre 17, 2015

UN ACUERDO POR LA ARAUCANÍA.


El reciente domingo 6 de diciembre ocurrió otro atentado terrorista en La Araucanía, en las afueras de Temuco. Esta vez, un grupo de encapuchados armados, y portando bombas molotov, quemó cuatro camiones de una empresa de transportes. Las pérdidas, como de costumbre, han sido cuantiosas: 500 millones de pesos. Antes de huir, los terroristas dejaron un lienzo con proclamas y alusiones, entre ellas al machi Celestino Córdoba, al que llaman “preso político”, cuando todos sabemos que este personaje es, lisa y llanamente, un asesino, condenado por la justicia a 18 años de cárcel por el macabro crimen de los Luchsinger-Mackay.
Si ya con la muerte del matrimonio de ancianos los grupos radicalizados nos demostraron toda su inclemencia e insensatez, y de paso que estaban dispuestos a todo, incluso matar, con cada nuevo atentado evidencian, con aún mayor claridad, que hace mucho que están absolutamente fuera de control. No sólo por la violencia con la que cometen sus ataques, sino además, ahora, porque ya no les basta perpetrarlos en zonas rurales: cada vez están operando más cerca de la ciudad, incluso ya dentro de esta misma.
Para peor, las policías parecen ya sobrepasadas, en las víctimas se propaga la inseguridad y la incertidumbre, mientras que la ciudadanía, que hasta hace un tiempo veía esto como algo lejano, muchos de ellos hoy asoman como posibles objetivos de los terroristas. Es decir, ya viven con el miedo de ser los próximos de la lista, una lista que es transversal, porque dentro de las víctimas encontramos, incluso, a quienes menos se menciona: a humildes parceleros dueños de unas pocas hectáreas y comunidades mapuche que se han negado a usar la violencia como opción. Pero la caricatura, bien montada por los grupos radicalizados, organizaciones indigenistas y de DDHH (y vociferado por otros tantos que se dejan influenciar por las consignas de moda), repite una y otra vez que la lucha es únicamente contra las grandes forestales y “la oligarquía terrateniente”… Falsedad absoluta, porque los terroristas, si tienen que pasar también por encima de un mapuche, no titubean en hacerlo. Es decir, su pueblo nunca les ha interesado.
El jueves 10 de diciembre, el ministro del Interior, Jorge Burgos, viajó por quinta vez a la región (la segunda visita en un mes) para presentar una querella contra los responsables de los cuatro camiones quemados. El ministro tiene relativamente claro el panorama, se ha informado objetivamente y no ha tomado decisiones ideológicas como su antecesor, Rodrigo Peñailillo. Sin embargo, lamentablemente, Jorge Burgos trabaja en un gobierno cuya máxima autoridad, Michelle Bachelet, más parece simpatizar con la causa en vez de rechazar la violencia. Ella misma ha dado ejemplos suficientes para creerlo así: no ha visitado de manera oficial La Araucanía ni una sola vez; no tiene un plan para la región; prefiere viajar a Francia para acompañar a las víctimas chilenas de los últimos ataques de ISIS en vez de estar con las víctimas del sur de su propio país, etc… En resumen, el ministro Interior, del que no dudamos sus buenas intenciones, está atado de manos. Y así, eventualmente, cualquier tentativa de aportar al fin del problema seguirá siendo infructuosa.
La inteligencia policial sabe y tiene el listado de los integrantes de los grupos armados, los cuales son una minoría dentro del pueblo mapuche y con nula representatividad, pero que se las han arreglado para causar estragos desde inicios de los noventa. Ya es hora, habiendo transcurrido tanto tiempo, de frenarlos definitivamente y así acabar con el problema. Quizá la solución sea un gran acuerdo político, en donde participen todos quienes desean la paz, una paz honesta y genuina. Tengo esperanza en que sí es posible lograrlo, ojalá muy pronto. Para eso hago un llamado, sobre todo a los parlamentarios de las regiones desde el Bio Bio hasta Los Lagos, para que dejen de lado los cálculos políticos y electorales y comencemos a construir diálogos y alcanzar consensos que nos permitan erradicar la violencia en el sur de Chile. No dejemos que unos pocos irracionales se impongan sobre el resto. Porque, al final del día, nadie que realmente quiere al país puede restarse de la búsqueda de ese gran acuerdo que hoy dejo planteado.

Alejandro Martini Iriarte, Movimiento Paz en La Araucanía.
ellibero.cl

martes, diciembre 15, 2015

@marcoporchile MEO: EL PEOR DE TODOS.


Se fue Chahuán y llego Abbott. El nuevo Fiscal Nacional le quitó el caso SQM al orate de Gajardo y se lo entregó a un fiscal de Valparaíso, marido de una de las mascotas del payaso ególatra. Todo esto es una especie de multi enroque. Acto seguido, apareció el parásito de MEO, quien estuvo más de dos meses desaparecido esperando, al parecer, esta movida estratégica. ¿Todo fríamente calculado?: Supongo que sí.

El parásito de MEO llegó a la fiscalía bien temprano, como si hubiese madrugado para ir al trabajo, tal como lo hace su mujer, la que lo mantiene. Llegó con su terno azul, como siempre. Sonriendo por sonreír, como siempre. Pontificando, como siempre. Con su eterna postura de cínico, como siempre. Y vendió la pomada china, como siempre. No sé si refirió a su padre, el original, el que según él era re buena gente, pensaba en los pobre y no mataba una mosca. Pura imaginación.

MEO es casi el mismo de siempre. Antes de pelo negro, emulando a una joven promesa de la política nacional que cambiaría el país para siempre. Desde hace unos meses apareció canoso, tipo estadista, hombre de experiencia, sabiduría infinita. Pura imagen. En lo demás, es el mismo de siempre, un vividor.

MEO dice, como todos en Chile, que no sabía nada, que jamás ha recibido un peso mal habido. Que jamás le pasó el platillo al “yerno del dictador”, al mismo tiempo que se las daba del pobre huérfano.

Supongo que (según él) no conoce a Wagner, y si lo conoce, no sabía lo que hacía. Wagner, al igual que el resto de los paniaguados de los políticos, esos que con tal de ganarse unos pesos, coquetear con el poder, escalar socialmente y trepar en la vida sin detenerse, hacía lo que había que hacer, pero a espaldas de MEO. ¡JA!.


El que se lo cree es huevón. 

Máximo.
@BLOGDEMAXIMO

domingo, diciembre 13, 2015

LA ARAUCANÍA: FOCO DE TERRORISMO.


LA REGIÓN de La Araucanía volvió ser foco de un grave atentado incendiario, con cuatro camiones de una empresa de transporte que fueron quemados por la acción de encapuchados, quienes dejaron panfletos alusivos a reivindicaciones indígenas. Con este ataque ya suman 144 los camiones que han sido objeto de atentados este año, buena parte de los cuales ha tenido lugar en dicha región, aunque también se han registrado atentados en el Bio Bio y Los Ríos.
El ministro del Interior calificó el hecho como “gravísimo”, reconociendo que “habíamos logrado casi por 60 días controlar la quema de camiones”. El gremio de los camiones sostuvo una reunión de emergencia, y amenazó con un nuevo paro nacional si acaso la Presidenta de la República no se hacía presente en la región.
No corresponde que la Mandataria se vea emplazada en esos términos,  y las amenazas de paro tampoco contribuyen a la búsqueda de una solución. Sin embargo, el Gobierno no puede seguir eludiendo que tiene un grave problema de terrorismo en La Araucanía, y en tanto ello no se aborde con esa relevancia -lo que supone un activo trabajo de policías, fiscales y el Ministerio del Interior-, estos hechos continuarán ocurriendo. Los propios camioneros han identificado 12 “puntos rojos” en la zona sur, donde es posible apreciar que existen áreas donde los ataques son más recurrentes, antecedente que debería servir como insumo para el trabajo de inteligencia que realizan las policías .
Medidas como las escoltas de Carabineros a las caravanas de camiones han de entenderse como soluciones excepcionales, que de ninguna manera satisfacen el requisito de que el Estado asegure el cumplimiento del estado de derecho. La Presidenta de la República y el Ministerio del Interior harían bien en tomar la decisión política de poner como prioridad el combate al terrorismo en La Araucanía, pues en los hechos la situación se ha ido tornando cada vez más violenta.
La Tercera.

viernes, diciembre 11, 2015

PUNTA PEUCO: OFICIALMENTE NO, AÚN...


Gendarmería pidió un "inventario de especies" a algunos de los militares presos en Punta Peuco y, ellos, temen con fundamento que esta medida anuncie su inminente y  tal vez definitivo traslado a un presidio como la Cárcel de Alta Seguridad.
Allí permanece desde el 20 de noviembre el Teniente Coronel Álvaro Corbalán Castilla, quien por disposición de la ministra de Justicia Javiera Blanco, se encuentra aislado y sin visitas durante 30 días. Y hasta allí podrían llegar, Miguel Krassnoff Marchenko, Pedro Espinoza Bravo, Raúl Iturriaga Neumann y Fernando Torres Silva. Porque cuando estaban en el penal Cordillera, cerrado por orden Piñera, Gendarmería les comunicó idéntica disposición, pidiendo un "inventario de especies"
Familiares y amigos de los presos políticos militares, según informa el diario La Segunda, intentaban averiguar si esta petición afectaba al total de los internos en Punta Peuco o solo a aquellos que provenían del penal "Cordillera"
El Ministerio de Justicia no respondió y trasladó a Gendarmería la correspondiente consulta. Dicha institución se limitó a señalar que "solicitar un inventario de especies es un procedimiento habitual en todas las unidades penales" y tiene como propósito "conocer el tipo y cantidad de especies que tienen" garantía de la cual, ciertamente, no supo Corbalán Castilla quien solo pudo llevar consigo su cepillo de dientes; así de brutal y intempestivo fue el castigo que se le aplicó por una falta inexistente.
El traslado de algunos de los militares presos o de todos, según convenga políticamente a las actuales autoridades de gobierno, podría realizarse entre el 13 y el 20 de diciembre. Será contrario a la legalidad pero ante la ley del poderoso, solo puede valer la voz de los libres.
El Tribunal Constitucional, acogió a trámite, el 16 de noviembre pasado, un recurso que presentó el abogado y ex oficial de Carabineros Pedro Alcayaga Zúñiga, condenado -según expresa el diariochile.com-, por causas de DD.HH., "solicitando se resuelva derechamente la inexistencia de los Ministros de Fuero en Sede Criminal y, por ende, la constitucionalidad del Auto Acordado Nº 81-2010 dictado por la Corte Suprema que designó -por Distribución y Asignación de Causas- a don Jaime Arancibia Pinto, como Ministro en Visita relativo a la violación de DD.HH"
El mismo medio digital, expresa que tras su investigación "quedó al descubierto que el Poder Judicial se estaba tomando atribuciones que la ley no le confería, generándose así  las responsabilidades civiles y penales por parte de los Ministros de ambas Cortes, implicando el descabezamiento inexorable del tercer Poder del Estado"
"A partir de hoy entonces -según diariochile.com-, todos los Ministros de Chile sin excepción, partiendo del propio Presidente de la Excma. Corte Suprema, don Sergio Muñoz Gajardo, arriesgan penas de cárcel efectiva; algo sin precedentes dentro de la historia democrática y jurídica de  nuestra nación. En ningún país se había verificado que -con solo un caso y de un solo golpe- podría literalmente 'desmantelarse' la Plana Mayor del Poder Judicial"
Si el Tribunal Constitucional rechaza el recurso presentado, los militares presos podrían recurrir a tribunales internacionales como la Corte Interamericana de DD.HH (CIDH)  donde tendrían la posibilidad de acusar al Estado de Chile de recurrir a fenecidas figuras jurídicas para enjuiciarlos. 
Pero si el TC tramita efectivamente la solicitud presentada por el abogado Pedro Alcayaga Z., podría sentar un precedente para que los restantes prisioneros interpongan recursos similares, ya que al ser condenados por la figura inexistente del Ministro en Visita en Sede Penal, podrían quedar en libertad antes de que termine el actual período presidencial.Y daría lugar, posteriormente, a sendas demandas reparatorias contra los jueces.

DespiertaChile.

miércoles, diciembre 09, 2015

MAREA ROJA EN RETIRADA.


Cuarenta y ocho horas después de finalizada la elección parlamentaria, el Consejo Nacional Electoral venezolano admitió, finalmente, que la oposición consiguió el diputado 112 para alcanzar los dos tercios en la Asamblea Nacional.

¿Qué podría hacer la Mesa de Unidad Democrática MUD, coalición vencedora en los comicios del domingo 6? Con los dos tercios puede aprobar y modificar leyes orgánicas, remover magistrados del Tribunal Supremo de Justicia TSJ, al vicepresidente de la República y a los integrantes del CNE, aprobar reformas constitucionales. Y puede sacar a Maduro del presidencia.

El valioso triunfo de la oposición se materializó en las condiciones más adversas. Las encuestas pronosticaban una victoria arrolladora de la MUD. Nicolás Maduro, quien no cesó de intervenir ilegalmente hasta el último momento para intentar revertir esta derrota, amenazó con sacar la revolución "a la calle" y que conservaría el poder a cualquier costo.

Semanas previas al acto eleccionario modificó el mapa electoral, para favorecer con una mayor representación aquellas zonas en las que el chavismo es predominante. Pero fue inútil. El propio CNE que arrebató el triunfo a Henrique Capriles en la elección presidencial, cometiendo un fraude en 2013, intentó torcer una vez más, la voluntad popular.

Sin embargo, el ministro de Defensa del propio gobierno de Maduro, el general Vladimir Padrino López, jugó un papel crucial.

Según consigna El Nuevo Herald de Miami "se rehusó a colaborar con las intenciones de Maduro y del presidente de la Asamblea Nacional Diosdado Cabello, de desconocer la masiva victoria de la oposición (...) las FF.AA solo respetarían un anuncio que reflejara el resultado recogido en las urnas (...) Padrino López asumió un gran riesgo, se la jugó por preservar la institucionalidad"

El CNE había dispuesto extender el horario de votación en decenas de locales a la espera de la llegada de un contingente de chavistas (presumiblemente premunidos de acreditaciones falsificadas). La acción de los militares obligó al cierre de las mesas a la hora legalmente prevista. Un gran riesgo porque en Venezuela existe una cantidad enorme de tropas cubanas alojadas en los mismos cuarteles de la FANB. Hasta donde se sabe, eso pareció no gravitar y gracias a los soldados, Venezuela tiene en su manos su propio destino.

La situación entonces se equilibró. Y el CNE, sin alternativas (ilegítimas por cierto), debió resignarse a oficializar el resultado definitivo. ¿Todo terminó para Maduro y para el socialismo? No. Esto recién comienza.

La Asamblea Nacional, ahora en manos de la MUD, puede liberar a las decenas de presos políticos encarcelados por el régimen en forma absolutamente ilegal. Leopoldo López, entre ellos. 

Pero Maduro conserva cuotas de poder importantes. Sin embargo, su alianza con la cúpula militar de las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas FANB, terminó. Y Diosdado Cabello es el primer perjudicado, en un a situación absolutamente ambivalente para Maduro. Él puede beneficiarse del ocaso de su rival político más relevante, un sujeto que especuló con su ascendiente como antiguo camarada de Hugo Chávez. Pero también, Maduro, podría ver disminuido su control sobre las bases partidarias armadas (los motorizados o un amplio sector de estas peligrosas bandas de sicarios). Y las leyes "especiales" habilitantes, que le permiten gobernar por decreto, concedidas por  la legislatura que se va, expirarán el 31 de diciembre próximo.

Venezuela presenta una realidad económica catastrófica: 200% anual de inflación. Su principal producto de exportación y fuente de divisas -el petróleo- sigue a la baja y PDVSA, la empresa estatal, muestra un agudo deterioro de sus capacidades y sobre dotación de empleados ociosos. Es el país más violento de las Américas con índices de 62 homicidios por cada cien mil habitantes. La escasez de alimentos básicos es la principal preocupación diaria de una población agobiada por la criminalidad.

Venezuela, es hoy un narcoestado. Fiscales de EE.UU están por dictar órdenes de prisión en contra de seis generales de las FF.AA de Venezuela. Y Cabello tendría en su manos el control de uno de los carteles (de "los Soles") especializado en enviar droga a Europa y EE.UU. Dos sobrinos de Cilia Flores, eposa de Maduro, fueron detenidos por la DEA por transportar cocaína en un avión estatal. Cabello podría caer.

Esto, lentamente puede cambiar. Pero el régimen - así lo ha demostrado- llega a la compra de diputados opositores los que se pasan a sus filas. No sería extraño ver alguna maniobra similar. Maduro suele utilizar todos sus recursos. Al igual que Cristina Fernández en Argentina, la que no repara en minucias legales y arbitra los medios para obstaculizar la llegada de Mauricio Macri a la Casa Rosada y un normal traspaso del mando. 

Macri y su resonante victoria del 22 de noviembre, anunciaron esta derrota del otro régimen: el chavista y la decadencia progresiva de gobiernos como el de Nicaragua, Ecuador y Bolivia, construídos con los petrodólares de Caracas. Es este, el amanecer de cambios libertarios, los que inexorablemente llegarán.

DespiertaChile.

jueves, diciembre 03, 2015

EL GESTO MILITAR DE ECUADOR.


El lunes 9 de noviembre, Luis Garzón, Jefe del Comando Conjunto de las FF.AA, junto a los altos mandos de las tres instituciones de la defensa ecuatoriana, llegaron ante la Corte Nacional de Justicia CNJ, para respaldar a cinco agentes acusados de presuntos delitos de lesa humanidad.

Los oficiales dejaron claramente establecido cuál es su posición y aseguraron el apoyo a los militares procesados por hechos que datan del período 1985-88 en el combate al terrorismo.

Tal movimiento causó sensación (no como la que algunos sienten en Chile), y sentó un precedente. Las FF.AA no tolerarán este tipo de juicios al personal, por hechos prescritos ya que respondieron a expresas órdenes e instrucciones de la superioridad militar.

En este sentido, una declaración titulada "El Deber Cumplido" firmada en Quito el 15 de noviembre por un alto oficial, explicita esta situación:

"Al graduarnos de Oficiales de las Fuerzas Armadas ecuatorianas, en forma pública, con espada en mano y rodilla en tierra en frente de nuestro Pabellón Nacional, juramos defender a nuestro país y a nuestra institución, incluso ofrendando la vida si fuere el caso, por ello no debe llamar la atención que en cumplimiento de este juramento los señores Oficiales del Alto Mando de nuestras Fuerzas Armadas en uniforme hayan estado presentes en la Corte Nacional de Justicia durante la audiencia de juzgamiento por lesa humanidad a ciertos oficiales de Fuerzas Armadas.

Hay que tener presente que los Oficiales acusados no llevaron a cabo las acciones por cuenta propia, lo hicieron en cumplimiento de instrucciones recibidas del correspondiente Mando, por ello el responsable es el Mando pertinente. De acuerdo a nuestras leyes y reglamentos militares, el Mando Institucional es el único responsable de lo que suceda en la institución, y, si el Mando actual no hubiera estado presente en la audiencia, no hubiera cumplido con su deber, con su juramento, con su razón de ser, esto es no estaría defendiendo a su institución.

Es grato ver, constatar que los valores morales patrios aún se mantienen en nuestra institución y que el Alto Mando los cultiva con su ejemplo.

Nuestras Fuerzas Armadas han sido, son y serán un baluarte para nuestra sociedad. Que tienen sus debilidades como cualquier entidad formada por seres humanos, es verdad. Sin embargo ha sido la espina dorsal que ha mantenido a nuestro país. Apreciadas por nuestro pueblo, quien con satisfacción siempre ha estado presto a cumplir con su servicio militar.

Cualquier lucha entre hermanos deja cicatrices que no sanan fácilmente, pero es el deber de todos los connacionales de hacer lo posible por borrarlas, para bien de la Patria toda. Gracias.

Calm. Guillermo Dueñas Iturralde

Hasta allí la declaración "El Deber Cumplido".

martes, diciembre 01, 2015

LA APUESTA DEL 6 DE DICIEMBRE.


Estamos exactamente a una semana de la prueba más definitoria del soterrado enfrentamiento mortal que venimos soportando los demócratas venezolanos, por lo menos abierta y desembozadamente, desde el 4 de febrero de 1992. Una guerra cambiante, plagada de cinismo y de hipocresía.
Diecisiete años han tardado los sectores liberal democráticos del mundo en asumirlo como un hecho: la chavista, hoy en manos de Maduro, es una dictadura filo totalitaria que gracias a la hegemonía castrocomunista que carcome a la esencia de la política latinoamericana ha permitido se enquistara como un tumor canceroso en el cuerpo de nuestra República y desde allí, usando sus tentáculos petroleros y la alcahuetería de sus élites políticas, ideológicas y culturales, infectara al resto de las sociedades de la región.
Salvo la Argentina, por primera vez en casi un siglo pronta a pasar a manos de un auténtico demócrata liberal, todas las sociedades latinoamericanas han estado y están en manos de gobiernos copados por los que una socióloga política franco venezolana que conoce al monstruo castrocomunista por dentro, Elisabeth Burgos, llamara “los rehenes de Fidel Castro”.
De la inocultable evidencia a la fundamentada sospecha, todos los actuales gobernantes de nuestra región bailan al tambor de la herencia castrista: todos son rehenes de Fidel. Ante la existencial alternativa de tener que decidir por unirse y respaldar a los tiranos cubanos o a los demócratas norteamericanos, no dudarían un segundo en irse tras las huestes de los barbudos de la Sierra Maestra. Trátese de Dilma Rousseff o de Michelle Bachelet, de Tabaré Vásquez o Rafael Correa, de Evo Morales o Daniel Ortega, todos los actuales gobernantes, cual más cual menos, son crías políticas de los Castro.
Se acabaron los tiempos de un Rómulo Betancourt, demócrata a carta cabal y enemigo jurado de toda forma de dictadura. Se acabaron los tiempos de Raúl Haya de la Torre, latinoamericanista antes que nada. La política latinoamericana está trasminada de castrismo. Y se ha colado incluso a los despachos del centro y la derecha políticas de la región.
Antes de que un derechista alce su voz en franco reclamo contra la dictadura venezolana, como lo ha hecho en un gesto de valentía y claridad ideológica el recién electo presiente argentino Mauricio Macri, tiemblan las columnas de sostén del populismo inveterado. De allí la trascendencia de la lucha que libramos en Venezuela y que este próximo 6 de diciembre alcanzará uno de sus momentos estelares.
En Venezuela, como hace dos siglos, se juega una guerra mortal por la Segunda Independencia de América Latina. No del poder colonizador extranjero, como en 1810, sino de las taras que nos lastran desde entonces: el populismo, el estatismo, el clientelismo, el pobresismo, el militarismo, el caudillismo. De allí la descomunal importancia del acto al que asistiremos en una semana: no se trata de emitir un voto contra un mal gobierno. Se trata de emitir un voto contra la más indigna de las dependencias. La de nuestra traición contra nosotros mismos.
Antonio Sánchez.