martes, septiembre 29, 2015

DÁVALOS BACHELET, PODRÍA CAER PRESO.

DiarioChile 25 septiembre 2015.

Se vienen tiempos muy difíciles para Michelle Bachelet, ya que su hijo mayor, Sebastián Dávalos,podría caer preso por los delitos que se le investigan por parte de la Fiscalía. A todo esto se suma la gravedad de eventuales faltas a la verdad en sus declaraciones ante el fiscal, ya que se estaría demostrando que el hijo de Bachelet tenía pleno conocimiento de los negocios de  CAVAL e incluso se estarían conociendo nuevos “negociados” millonarios del hijo de la mandataria, siendo Funcionario Público.

Luego que se conocieran detalles de la última declaración que hizo Sebastián Dávalos ante el fiscal regional de O’Higgins Luis Toledo por el caso Caval,  en el cual utilizó la poco adecuada frase de su madre, “me enteré por la prensa” de los negocios de CAVAL, una publicación de un medio de investigación salió a cuestionar aquella versión.
Según informa Ciper, en la carpeta investigativa se encuentran antecedentes que detallan el activo rol de Dávalos como ex jefe de proyectos de Caval en múltiples asesorías y gestiones en negocios, incluso cuando era funcionario público.

El abogado querellante, Mario Zumelzu, dijo que en vista de esta información que maneja la Fiscalía, el hijo de la Presidenta debería ser formalizado al menos por el delito de cohecho, en la arista relacionada con la empresa Saydex, a la cual asesoró Caval.

“Las declaraciones de Dávalos, que contrastan con los antecedentes que hay en la carpeta investigativa, lo llevan a ser formalizado. Sin perjuicio de los delitos tributarios, creo que no va a poder escapar a la existencia de cohecho en la arista de Saydex”, dijo el jurista.
Zumelzu añadió que “incluso él (Dávalos) dice desconocer todos los negocios, lo que sí no desconoce es la compra de los Lexxus y los Lexxus ¿con qué plata se compraron? con las platas de los negocios de Caval, no puede ser que no conozca esa información”.
Comisión investigadora pedirá extensión
Paralelo a esto, la Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados por el caso Caval evalúa extenderse, debido a que a fines de septiembre se cumple el plazo destinado para su funcionamiento y poder acabar todas las aristas del caso.
“Ya se habla en algunos casos de eventuales delitos de cohecho y sentimos que ninguna arista de esta investigación debe quedar sin ser tratada por la comisión investigadora, incluso estamos pensando en aumentar el plazo de la investigación que vence este 30 de septiembre, justamente para tener dedicación a todas las aristas que tienen que ver con Caval y no dejar ninguna sin investigar”, dijo el presidente de la comisión, el DC Gabriel Silber.
 
A su vez, el próximo lunes declararán en la comisión las autoridades del Ministerio de Salud para que aclaren los millonarios contratos de Saydex -la empresa que asesoró Caval- con el sector público, donde lo investigan por posible delito de cohecho.
El presidente de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, Juan Luis Castro(PS), presentó un recurso ante la Contraloría para investigar a todos los hospitales y consultorios de atención primaria que hayan sido adjudicados a la empresa Saydex por posibles caso de soborno y cohecho en la obtención de esas licitaciones.
“Aquí se abre una arista impensada, donde lamentablemente el señor Mauricio Valero, representando a Caval, desde el 2011 a la fecha actuó y operó también en el mundo de la salud”, manifestó.
Agregó que “esto que hoy se está conociendo nos llama a examinar con mucha profundidad y es lo que le pido a la Contraloría”.

Fuente: Cooperativa, Ciper.

domingo, septiembre 27, 2015

#TerrorismoEnAraucania : LA ORILLA DEL MIEDO.

La que era la casa de Cecilia Pérez en bajo Malleco. La comunidad Rankilko ocupó predio.

De las 200 familias atacadas por comunidades indígenas en la IX región, unas 60 han debido abandonar sus casas y predios. Son nuestros propios refugiados del conflicto mapuche. Algunos huyeron con lo puesto, viven en casas prestadas o arrendadas por los municipios, escondidos con protección policial y con atención sicológica. Y no son los latifundistas que se cree, sino que pequeños parceleros que tenían animales y unas cuantas hectáreas. Gente de trabajo, chilenos y hasta mapuches. En la ribera sur del río Malleco está la nueva frontera divisoria de esa tierra quemada.
Cecilia Pérez (52) tenía un plan de teléfono bastante bueno. Una casa de madera en medio de su campo de 180 hectáreas que su padre compró en el Bajo Malleco en 1977. Como gran lujo, hacía pocos años le agregó un segundo baño. Vivía de sus 50 vacunos, el cultivo de alfalfa, la cosecha de leña y madera de un pequeño bosque y una quinta de frutas. A pesar de su hablar cadencioso y tranquilo, era de esas mujeres divorciadas que siempre han sentido el orgullo de criar a sus hijos –dos en su caso– con el propio esfuerzo. sin pedirle un peso a nadie.
Pero la noche del 5 de octubre de 2014 se quedó con lo puesto. La comunidad Rankilko de Bajo Malleco –liderada por Rodrigo Curipán, uno de los que encabezó la última toma de la Conadi en Temuco hace unas semanas– le tomó el predio de 200 hectáreas.
–Y me quemaron la casa– acusa Cecilia–. Incluso construyeron dos mediaguas en su lugar.
Derribaron los postes de luz, tapiaron el pozo y quemaron los cultivos.
Ahora ella ni siquiera se puede acercar. La comunidad Rankilko niega ser la autora de los incendios. La PDI nunca encontró huellas, salvo una colilla de cigarro.
–Pero eso no es lo grave –dice Cecilia–. La Fiscalía de Collipulli, pese a ordenar rondas periódicas y protección de Carabineros de Fuerzas Especiales desde antes, hace un año que no logra desalojar a los ocupantes de Rankilko. ¡Un año! Me siento impotente, desvalida, sola.
Hoy, Cecilia Pérez está en una casa prestada en un barrio anónimo de Temuco. Tuvo que matricular a su hija de 11 años en un colegio público. Su hijo mayor de 22 comenzó a endeudarse para continuar la universidad. Ella tuvo que buscar trabajo y ahora es vendedora de productos de ferretería. Su sueldo no le alcanza ni siquiera para la leña de todo el mes. Un primo se la regala. Tuvo que dejar el plan de celular y comprar uno de prepago.
–Al principio ni siquiera sabía dónde tenía que recargar esta cuestión–, dice grabando mi número.
Como única solución, le ofrecieron atención sicológica en la Unidad de Víctimas del Ministerio Público y, si se hacía la Ficha Cas, un subsidio de 100 mil pesos para arrendarle una vivienda social, pero ella lo rechazó.
Cecilia Jara Llanquivil es otra víctima de la violencia. Ella sí aceptó la ayuda sicológica de la Unidad de Víctimas, porque estaba deshecha. El Año Nuevo de 2015 le quemaron dos máquinas excavadoras que tenía junto a un río al sur de Temuco. Y no es que sea una gran empresaria. Es y se siente mapuche. Hasta usa aros con un trapelacucha de plata indígena y es miembro de una comunidad que prefiere omitir. Con solo el liceo, a los 25 era cajera de una panadería cuando “de puro sapa me di cuenta que se ganaba dinero en el ripio”, dice. Se endeudó y, en vez de comenzar a pagar una casa, usó el dinero para comprar un camión tolva usado. Junto a su marido paleaban ellos mismos el ripio, incluso bajo la lluvia, con el agua deslizándose por el cuello de sus trajes de goma. “Sentía vergüenza de que otras mujeres me vieran trabajando pala en mano”, recuerda. Pero tras 15 años de molerse la espalda, a los 41 pudo tener una excavadora, un cargador frontal y una casa en sus 4 hectáreas de tierra indígena junto al río.
–Todas mis máquinas era usadas, pero estaban en buen estado. Incluso tenía trabajadores mapuches de la propia comunidad.
Pero tras el ataque del Año Nuevo, tuvo que vender su camión, hipotecar todo y aun así tiene 150 millones de deuda con dos bancos. A veces no da más del estrés. Y se le caen las lágrimas de solo pasar frente a los restos quemados de su Caterpillar.
Como recuerdo, le dejaron un kultrún dibujado con spray y una antorcha.
–Eso y los panfletos se los entregué a la Fiscalía… –dice lacónica. Se reunió con el ex intendente Huenchumilla y el ex ministro Peñailillo en La Moneda. Él la miró extrañado:
–¡Yo pensé que ya habíamos solucionado lo suyo! –cuenta que le dijo el ex delfín de la Presidenta. Ella sintió un fulgor de esperanza, que con el tiempo ha ido menguando. La Fiscalía le envió hace poco una carta informándole que si ella no aportaba más antecedentes tendría que archivar la investigación.
Cecilia Jara piensa que en unos 10 años va a poder reponer lo perdido. Ya no puede dormir en el campo. Si escucha ladrar a los perros salta aterrada. Si oye demasiado silencio, el murmullo del río la desvela.
Sergio González tuvo que abandonar su casa y atrincherarse en otra de su predio. Una noche despertó con un kultrún dibujado en la ventana de su dormitorio y sus perros muertos.
EL BAJO MALLECO
El río Malleco corre al fondo de un enorme socavón que corta Chile en dos hasta el mar. Durante 300 años fue “la frontera”, la división natural con el territorio mapuche. Solo en 1890, después de la “pacificación de la Araucanía” se lo pudo sortear con el enorme y amarillo y gigante y famoso viaducto ferroviario sobre el río Malleco y seguir hacia el sur. Durante muchos años fue el puente más alto de Chile.
Pero, para abrir el tramo al sur del río, los carrileros liderados por el ingeniero Gustave Verniory –el autor de Diez años en la Araucanía– se batían a balazos con los mapuches. Hoy, 125 años después, parece que las cosas han vuelto a ser como antes.
Al sur del río empiezan los 40 km de la zona ardiente: huellas de incendios de camiones por doquier, carteles, reivindicaciones mapuches, carabineros a toda hora y últimamente hasta sobrevuelo nocturno de helicópteros.
–No vaya, para qué arriesgarse inútilmente –me dice al teléfono Marylin Vallejos –otra víctima– cuando le digo que quiero ir al Bajo Malleco a ver dónde estaba su casa, en la orilla del río.
Ella tuvo que abandonar esa casa y salir arrancando cuando se la incendiaron consecutivas veces hace cinco años. Hoy vive escondida en la ciudad con protección policial.
Para ingresar al Bajo Malleco hay que pasar bajo las enormes patas del viaducto de 102 metros de alto. Pese a su lindo color amarillo, se siente como el pórtico de un templo invisible y maligno.
El día anterior asaltaron a un bus rural con escopetas y se llevaron 350 mil pesos del chofer.
–Antes, la gente de Collipulli –el pueblo en la ribera norte– venía al Bajo Malleco en el verano –me dice una señora notoriamente mapuche de la ribera que, atemorizada, prefiere no dar muchas señas–. ¡Era un balneario! Otros arrendaban una parcela para asados o acampar y se quedaban con sus conocidos mapuches.
Hace unos cinco años comenzaron los ataques hacia el valle agrícola, desde las comunidades que quedaron hacinadas en los cerros después de la “pacificación de la Araucanía”. Bajaban de noche. Quemaron una escuela básica, casas de chilenos y media docena de mediaguas de mapuches.
Hoy, nadie entra al Bajo Malleco sin prevención. Menos de noche.
–Los bomberos vamos a los incendios solo después de Fuerzas Especiales –dice el comandante Joel Cárcamo, del Cuerpo de Bomberos de Collipulli, que también recibió amenazas telefónicas.
Los colectiveros de Collipulli solo van a direcciones muy precisas. ¡Ni en broma a donde los colonos atacados! Si los hacen parar en esos lugares, pasan de largo cruelmente. Por ayudarlos, muchos han sido apedreados.
Cuando fui a preguntar por Rodrigo Curipán –el líder de la Comunidad Rankilko, que se adjudica para sí toda la zona plana luego de ser echados de ahí hace 150 años– me recibieron con una barricada de media docena de pinos cortando el camino. Tomé un atajo.
Aun así, ya dentro de los territorios de Rankilko, se vive en relativa calma. Como toda respuesta a la entrevista concertada se escuchan los trompeteos de trutruca y gritos ululantes a lo lejos.
–Así empezó todo –dice Cecilia Pérez, la agricultora a quien le tomaron su campo y le quemaron su casa el año pasado–. A veces nos amanecíamos oyendo las trutrucas y gritos.
¡Todo el día y toda la noche!
Después le rayaron la casa. Le derribaron los portones, los cercos. Le dejaban caer enormes rocas a metros suyo en el camino que va bordeando el río.
En el cerro donde están los Curipán hace poco derribaron una antena de radio que, además, les daba wifi a las escuelas rurales de la zona. Dejaron la zona sin celular también.
–Lo tragicómico –dice en Angol Jorge Vega, el propietario de radio Caramelo que perdió junto a la empresa Electrored casi $ 40 millones en equipos y antenas– es que nosotros transmitimos puras rancheras y entretención.
Pero al parecer la idea de los mapuches es borrar toda presencia occidental de raíz, todo signo de potestad.
Un mapuche escéptico, de la propia familia Curipán, me guía hasta la cumbre del cerro donde estaban las antenas en medio de Rankilko.
–No es la primera antena que derribaron –me dice el joven–. Hace tres años botaron otra que nunca se supo.
Jorge Vega lo corrobora. Para mantener buenas relaciones con los mapuches se aguantó y no denunció el derribo de la torre. Fue inútil.
En la cumbre del cerro hay restos quemados por todas partes y las dos torres de 50 metros caídas cortan el sendero.
El mapuche escéptico piensa que los jóvenes liderados por Rodrigo Curipán se toman la tierra pero no para trabajarla.
–Mira, nos dicen que el mapuche es así; que no es capitalista, que no hace agricultura ni siembra pinos, ni nada, que vive de lo que da la tierra nomás. ¡Pero después reclaman porque no les llevan luz, porque no les arreglan el camino, porque no les traen profes a las escuelas!
El mapuche escéptico optó por salir de la pobreza trabajando. Pero no puede hacerlo en cualquier lado. El año pasado lo amenazaron por ofrecerse de leñero para chilenos, o por trabajar en forestales durante el verano. Ahora, lo han amenazado por no participar.
–Quizás tenga que irme al norte –dice. Muchos mapuches, para evitar los líos, se van de temporeros a la región frutícola del Maule.
Desde arriba de los cerros de Chiguaihue se domina todo el valle del Bajo Malleco. A lo lejos se elevan fumarolas de humo que parecen señales de humo de otras tribus. Pero no. Son calderas de secado de empresas forestales, trabajando día y noche para hacer chips, madera y aserrín del bosque. Con su millón de hectáreas de pino casi han eliminado la agricultura y la ganadería de todo el valle.
Cuando bajo del cerro, paso por las casas de los colonos chilenos. Una tiene el frontis rayado con spray: “¡Fuera Sergio González!”. Está vacía, desolada. González tuvo que abandonarla y atrincherarse en otra de su predio. Una noche despertó con un kultrún dibujado en la ventana de su dormitorio y sus perros muertos.
Este agricultor de berries se defiende a escopetazo limpio. Incluso, dicen sus vecinos, que no solicita protección policial porque así puede obrar en legítima defensa y, de ese modo, no han logado echarlo. Igual lo hace Humberto Beltrán, otro jubilado que se compró hace unos años un campo cercano para tener una vejez tranquila. Pasó años de ataques y amenazas. Ahora simplemente recibe a los extraños a balazos desde que le dispararon en la espalda y perdió la movilidad de la pierna derecha. Siente que ya no tiene nada que perder.
Oscurece en el río y el grueso torrente parece llevarse todo en sus oscuros remolinos.
Por donde uno mire hay carteles de Rankilko y amenazas de todo tipo contra los colonos y chilenos.
Paso por los restos de la casa de Marylin Vallejos, quien me advertía que no fuera. Parece que se la hubiera llevado un huracán. Hoy solo se ven los restos de cemento junto al río.
Otra agricultora, Carmen Roa, quien vivía un poco más arriba, cerca de Pidima a 15 minutos del mismo río Malleco, vio morir a su marido Héctor Gallardo Aillapán de un disparo de escopeta cuando se enfrentó a mapuches junto a su hermano. Ella debió dejar su casa, sus animales y su campo y salir arrancando con lo puesto. Ahora vive escondida en la Novena Región y, pese a que había accedido, al igual que otras víctimas, recibió el consejo de la Asociación de Víctimas de la Violencia Rural (AVVRU) de no hablar para este reportaje.
LOS REFUGIADOS
Felipe Romero el Director Ejecutivo de la AVVRU, explica:
–Sesenta familias han tenido que migrar a Collipulli –al otro lado del río– o a otras partes de la región expulsados por los mapuches y viven con miedo. Cada vez que dan la cara, reciben amenazas o acoso de nuevo.
A Genaro R. le quemaron sus galpones y su casa y ya tampoco puede volver. Tenía dos hectáreas. A Cecilia T. la violaron durante un ataque, donde quemaron la casa de sus padres, y su predio no era más de 1 hectárea.
–Otra mapuche, Rayén L., quiso ser testigo protegido para revelar el ataque a un camionero. Pero la Fiscalía reveló su identidad y hasta el día de hoy vive en otro lugar con protección policial –dice Romero–. Indirectamente perdió todo.
Según Romero, el Estado debe reconocer que tiene culpa en no poder garantizar la seguridad del río Malleco al sur.
–No quieren reconocer que hay un conflicto y que está dejando víctimas y que necesitan reparación.
Según él, no es un problema de un gobierno, sino del Estado chileno y sus leyes.
–La ley indígena de 1992 está mal hecha, pues permite la creación sin fin de comunidades. En 1990 había 440 comunidades mapuches. Hoy hay 2.800. Y cada día se crean más– dice Romero– y al crearse, el Estado se compromete a darles tierra por el artículo 20a.
Sin embargo, la ley también tiene el artículo 20b, donde dice que se debe privilegiar a las comunidades que tienen reivindicaciones o conflicto de tierras.
–Entonces basta empezar una guerra con el vecino y adscribirse al 20b para que le den tierras.
Hay 20 comunidades legalmente constituidas en conflicto. Y otra media docena sin existencia legal, como la de Rankilko, que reclaman igual.
Pero tampoco es llegar y comprar. Con las últimas adquisiciones de la Conadi el propio Gobierno se pisó la cola. Entre el 2010 y 2014 compraron cuatro predios para los mapuches con un total de 240 hectáreas en ambos lados de la Ruta 5.
–Crearon su propia trampa –dice Romero.
Son 15 kilómetros del terror. Le han puesto cámaras de vigilancia y postes de luz. Pero la zona siempre está a oscuras y es donde se queman más camiones últimamente.
El agricultor Juan de Dios Fuentes vive cerca de esta nueva zona roja. Hace poco lo llamaron del colegio de sus hijas. Cuando veían el tema de los pueblos originarios, su hija menor, de ocho años, dibujó un mapuche con la cabeza en llamas, con cachos y unos dientes feroces tras una mirada de odio.
–Debería tratar de inculcarle otra visión del mundo indígena a sus hijos–, le sugirió la profesora, ignorando que ha sufrido 54 ataques de todo tipo en los últimos años. Disparos, incendios, rotura de vidrios, destrucción de maquinaria, descuartizamiento de animales, amenazas, insultos, gritos, derribo de cercos.
–La niña decía “mi papá siempre nos defiende los mapuches”–, dice Romero.
Las hijas de Juan de Dios Fuentes aun en pleno Temuco sienten un ruido y se tiran al piso de la camioneta. Están siempre a la defensiva.
–Incluso –cuenta Felipe Romero– hace poco Juan de Dios recibió en su casa a la ministra de Justicia Javiera Blanco para hablar de la situación en que quedan las víctimas del conflicto mapuche. Ella decía que son hechos aislados y que por eso no se puede hablar de una ley de reparación o algo parecido para reponer camiones, maquinarias, casas.
–Y en eso pasó, por el camino de tierra, una camioneta con mapuches disparando al aire –dice Romero–. Muy pronto, la ministra se fue sin darnos, de nuevo, ninguna respuesta.
–Las víctimas del conflicto mapuche se las tienen que arreglar por su cuenta– dice él lacónico. Han intentado soluciones con ya dos gobiernos y nada. Desde que se agruparon en 2012 solo han sumado víctimas.
Cecilia Pérez, por ejemplo, pese a tener el campo tomado hace un año por mapuches, aún debe pagar contribuciones porque, si no, lo va a perder del todo. Tesorería, le manda cartas de cobranza sin piedad.
–¡Si tuviera plata para armarme, los echo yo misma! –dice Cecilia Pérez–. Pero no me alcanza ni para el celular. Por eso, es hiriente escuchar que el Estado pagó hace dos meses $ 11 mil millones de pesos para comprar el fundo a Carlos Heller –el presidente de la U– para dárselo a los mapuches. ¡Es un insulto a las víctimas!
No logro dar con su casa en Rankilko, porque no queda nada. Ni las latas.
Y el río pasa aguas abajo, quieto, oscuro, silente desde mucho antes que chilenos y mapuches estuvieran ahí. Una señora me convida huevos: uno azul de gallina araucana –únicos en el mundo– y otro café de gallina chilena.
–Saben igual –me dice–, pero dan pollos distintos.
Reportaje Revista Paula. (Septiembre 23 de 2015).

https://www.youtube.com/watch?v=IwwW0yt3Zs8


https://www.youtube.com/watch?v=wzi235T8Dv4

viernes, septiembre 25, 2015

¿ BOLIVIA NO HA GANADO NADA?


Existe una lectura jurídica y otra política del fallo de La Haya.. 
En la primera, la Corte Internacional de Justicia CIJ, acotó la demanda boliviana, en el sentido de que "el compromiso de negociar" no supone, en caso alguno cesión territorial, ni un resultado predeterminado para tales conversaciones, si es que ella tuvieren lugar en un mediano plazo.
En lo político, Evo Morales cuenta con una herramienta clave para una nueva reelección y seguir agitando esto de la salida soberana al mar, que él exige a nuestro país.
Pero todos sabemos que la pretensión histórica de La Paz apunta a objetivos mucho más ambiciosos. Y no se reduce a obtener algún enclave o una franja que le permita contar con un acceso al Pacífico.
Aquí, no se ha configurado un derecho para Bolivia. Complica aún más un caso ya enrevesado y de difícil comprensión. Pero en lo substancial "Bolivia no ha ganado nada" como señaló Michelle Bachelet. Sin embargo, Chile fracasó en esta primera línea de defensa, cuando la CIJ por 14 votos a 2 se declara competente para conocer el caso. 
Esto prolonga el juicio al menos por dos años, lapso en el cual Evo Morales podrá esgrimir un logro mediático para consumo del mercado interno. Eso es una ganancia política neta para el Palacio Quemado.
Pero como es usual, la CIJ, dió a uno y algo quitó a la otra parte. Bolivia, no obstante el discurso (cauto en la práctica) de Morales a su pueblo (en exceso jubiloso), deberá acreditar su pretendido derecho. De allí tal vez su invitación a dialogar, porque en realidad Chile fortaleció su posición en estricto derecho, según los expertos.
Debemos dialogar en paz, señaló Morales, porque no puede ser que dejemos asuntos de esta trascendencia a instancias internacionales. Y eso es muy válido también para Chile, en el sentido que nuestro país no podría privarse, en modo alguno, de recurrir a todos los argumentos posibles para denunciar cuál es el objetivo real de Bolivia: obtener Arica y conseguir la devolución de Antofagasta.
Obviamente, se trata de un imposible. Supone desahuciar el Tratado de 1904 entre Chile y Bolivia y el de 1929 de Chile y Perú. Un sueño. Una ilusión.
Pero aún así, Chile deberá abandonar su concepción exclusivamente legalista; en la CIJ no existen precedentes acerca de una demanda tan increíble, como el caso que armó Bolivia. Antes Perú, hizo lo mismo, construyendo el suyo durante años con paciencia oriental. Y ahí estamos.
Porque nuestra diplomacia es limitada. Chile debe responder cada ataque de Evo Morales y responder con energía las embestidas altiplánicas en todos los foros internacionales y prevenir situaciones molestas y poco habituales.
Pero sobre todo debe tener unidad y fuerte voluntad política en estas materias, porque hasta ahora, según hemos visto, nos hemos acostumbrado a perder juicios y a ceder territorios (Palena, Laguna del Desierto, Campo de Hielo Sur, parte de la Zona Económica Exclusiva ZEE etc) por el legalismo atávico.
Es ineludible, en este y los casos que se presenten a futuro, disponer de un sistema institucional fuerte; invertir en la defensa y cohesión, mucha cohesión. 
Anticipar y no reaccionar con la tardanza y parsimonia que conocemos; sistematizar acciones; utilizar todos los recursos a nuestro alcance. Energía, voluntad y unidad. 
Y política internacional, mucha política que sirva a nuestros intereses reales y permanentes como nación. 
Quizá algún día lograremos, así, tener algo de normalidad en nuestras relaciones frente a un vecindario ávido de lograr una tajada a costa de Chile, de su posición, de sus expectativas y de su patrimonio: el  legado por Portales, el de los Héroes de la Guerra del Pacífico y el de nuestra Historia.

DespiertaChile.

miércoles, septiembre 23, 2015

SENADOR PIZARRO: VENDEBURRAS.


Sin duda el senador Pizarro podría ser designado por aclamación como uno de los políticos más desagradables del país. Sus últimos líos en que incluso sus hijos se han visto involucrados, lo sitúan junto al resto de los abnegados servidores públicos de Barbarilandia, como un chanta. Sin duda.

Hoy, Pizarro está siendo cuestionado por lo único que no tiene responsabilidad. Y no la tiene debido a que los políticos no trabajan para la gente, sino para quienes los financian. No defienden principios, sino intereses; los suyos y los de sus financistas. Que la gente no entienda esto no es culpa de Pizarro, es más, la labor de Pizarro y del resto de quienes viven de la ignorancia ajena es que no los descubran o se les termina el negocio.

Pizarro puede viajar a donde le dé la gana; no fue contratado para sacar el barro de la casa de nadie, ni es Intendente, ni Alcalde, ni Ministro del Interior. La labor de Pizarro es preocuparse de que la legislación sea conveniente, o al menos benévola, para los intereses de sus financistas. Si la gente no lo entiende, no solo no es culpa de Pizarro, es su mérito. Logró hacer creer a la gente que trabaja para ellos. ¡Si Pizarro es un político profesional! ¿O no?.

Pizarro no tiene ningún problema. Un vendeburras como Pizarro jamás se hace problemas por nada. Su cara de palo infinita le permite dormir plácidamente; el dinero que ha ganado en la política le permite visitar Londres y presenciar el mundial de rugby; su poder dentro del partido le permite mantenerse en primera línea; y las próximas elecciones en que le toca participar son dentro de seis años, mucho tiempo para que el populacho bárbaro recuerde su periplo europeo. Luego de navidad, año nuevo y las vacaciones de verano, nadie recordará el terremoto, el maremoto, el mundial de rugby, ni las oscuras historias del senador que ellos mismos eligieron.


Si la gente no lo entiende, no es culpa de Pizarro. 

Máximo.

lunes, septiembre 21, 2015

¿DÓNDE ESTÁ LA DOCTORA BACHELET?


“Es inmoral que muchos chilenos no tengan derecho a enfermarse o a envejecer sin caer en la pobreza. Es inmoral que tantas familias de clase media vivan con el temor de que algún evento inesperado les hará perder lo conseguido con largos años de esfuerzo (…) La enfermedad representa el segundo riesgo social más importante, después de la cesantía”. Con estas palabras la entonces candidata Michelle Bachelet presentaba en 2005 su duro diagnóstico respecto a la vulnerabilidad de las personas enfrentadas al sistema de salud nacional. No es de extrañar su empatía con la situación de los enfermos gracias a su experiencia como pediatra y ministra de Salud.
Han pasado diez años desde esas palabras y en seis de ellos la suerte de la salud pública ha estado en manos de la Presidenta Bachelet, el primer médico que llega a la presidencia desde Salvador Allende. Sin embargo, su primer mandato estuvo lejos de ser ejemplar en esta materia. La Cámara de Diputados entregó el 2008 un extenso informe “sobre la crisis hospitalaria de la salud pública en Chile”, que luego de casi dos años de investigación daba cuenta de los serios déficit de gestión expresado en enormes listas de espera, infraestructura obsoleta, alto endeudamiento, falta de especialistas, etc.
A pesar de los esfuerzos hechos por el Gobierno del Presidente Piñera en el período 2010-2014 para revertir esta situación atendiendo a los 380 mil pacientes en lista de espera GES, entregando 27 nuevos hospitales, cuatro veces más que en el período previo, formando 4.000 especialistas, tres veces más que en los cuatro años previos, o controlando la enorme deuda hospitalaria, lamentablemente lo que hemos visto, escuchado y constatado en lo que va del segundo mandato de la Presidenta Bachelet, es muy preocupante y las crisis y déficits en la gestión son reiteradas.
Las lista de espera de pacientes esperando a recibir alguna atención médica se dispararon y hoy casi un millón 300 mil personas esperan por más de 120 días para ver a un especialista, 135 mil esperan por más de un año a una cirugía en algún hospital y existen más de 8 mil garantías GES incumplidas. En total hoy existen más de un millón 890 mil personas esperando por atención en el sistema público.
De los 20 hospitales que el gobierno actual se comprometió a inaugurar antes del 2018, seis ya no estarán listos antes del cambio de gobierno y siete se retrasan en hasta un año respecto al programa original. Esto a pesar de que el Ministerio cuenta con un presupuesto histórico de más de $500 mil millones para este año, de los cuales apenas ha ejecutado apenas el 7% a mayo 2015. A esto se suma la detención del programa de concesiones hospitalarias, paralizándose la construcción de seis grandes hospitales en Santiago, Valparaíso y el Maule.
La deuda del Ministerio parece estar descontrolada. Desde febrero de 2014 a la fecha pasó de $66 a $155 mil millones y se proyecta que llegue a $200 mil millones a fines de año. Este monto equivale a casi lo mismo que se gasta en los programas Ingreso Ético Familiar y Chile Solidario en conjunto, reflejando el poco criterio y capacidad de gestión en el uso de los recursos públicos.
Para un gobierno que se presenta como reformista, no existe ninguna iniciativa legislativa relevante que permita hacerse cargo de los problemas del sistema de salud. De hecho, el año pasado la Comisión de Salud del Senado trató sólo dos proyectos de ley en todo el año: Tenencia Responsable de Mascotas y Control del Tabaco. Para este año, como mensajes del Ejecutivo además del polémico proyecto de despenalización de aborto y la Ley Ricarte Soto, no ha presentado ninguna iniciativa de ley, dando cuenta del errado foco que tienen las autoridades del gobierno central, considerando que la salud es una prioridad permanente para la ciudadanía.
La decepción de los usuarios y de la opinión pública en general no se ha hecho esperar y este serio déficit de gestión ha significado que ésta sea una de las áreas peor evaluadas para el gobierno, pasando desde una aprobación de 43% en marzo de 2014 a 19% en junio de 2015, según datos de Adimark. No por nada, en lo que va del actual Gobierno se han registrado al menos once paros significativos en el sector salud, cifra inédita que da cuenta como esta crisis también afecta a los funcionarios del sector.
Es de esperar que la Presidenta recuerde el juramento que hizo como médico: “A cualesquier casa que entre, iré por el beneficio de los enfermos y ahora que por segunda vez entró en la casa de todos los chilenos, el Palacio de Gobierno, esperamos que ponga en el primer lugar de las prioridades a los enfermos, la salud pública, y así por fin tengamos avances que mejoren la calidad de vida de los más de 13 millones de chilenos que se atienden en el sistema público de salud.
Carlos Ríos
Área Económico y Social
Fundación Avanza Chile

sábado, septiembre 19, 2015

LEOPOLDO LÓPEZ: LA INTERMINABLE LUCHA CONTRA LA INDIGNIDAD.


Se consumó la canallada. A vista y paciencia del mundo entero. Como lo reseñara de manera ejemplar el Washington Post: “un crudo espectáculo de propaganda dictatorial, un descaro inigualable, una absurda sentencia”. Lo dice la primera voz de la democracia norteamericana. Y en la antípoda, el jefe del gabinete de Michelle Bachelet, el ministro Jorge Burgos, demanda el respeto a los derechos humanos y plantea la necesidad de responderle a los demócratas venezolanos con reciprocidad por todo lo que hicieron a su favor ante la dictadura de Pinochet.
Una jueza que hace honor y sirve de esbirro judicial a la dictadura, contrariando todos los preceptos, normas y leyes que la facultaran para servir a la justicia, decidió hacer escarnio de ella. Tal como se lo reclama uno de sus maestros. En un caso tan cobarde, tan abyecto y tan sórdido, que pasará a engrosar las filas documentales del albañal al que puede rebajarse una institución del Estado por servir los intereses de una satrapía bajo órdenes de un gobierno extranjero.
Un caso perfectamente definible bajo los parámetros de la justicia del horror hitleriano. Puesta en la picota en los Juicios de Nüremberg. Una burla, un descaro, una farsa. Si bien agravada por la insólita corrupción crematística que lo acompaña. Para vergüenza eterna de un país que un día fuera libre y grande, próspero y justo. Y todo ello bajo la presión, el halago, la complacencia y la protección de quienes, como detentores de las armas de la República, heredaran una tradición, la más libertaria de la historia de la América española. Una ofensa a la venezolanidad.
Puede que quienes quisieran verle “el lado bueno” a la ignominia y lo convierten en una condena a cadena perpetua a quien sirvió a la tiranía y es recompensada, vaya a saber Dios con qué emolumentos y un consulado para que desaparezca del mapa de Venezuela, o aquellos que elevan al condenado a las alturas de grandes próceres de la humanidad como Gandhi o Mandela y transforman una sangrienta farsa en una nominación presidencial in pectore, tengan toda la razón.
Esa jueza tendrá que llevar su cara velada cuando esta satrapía, como todo lo humano, llegue a su final. Y la vergüenza que carga la acose de por vida. Si bien los venezolanos somos descaradamente desmemoriados y proclives a desentendernos de la moral. Y puede que, efectivamente, la sentencia que pretende aniquilar al condenado lo haya convertido en la figura más representativa de un pueblo que sufre y se indigna y que Leopoldo López deba estar preparado para salir de la cárcel y dirigirse al palacio de Miraflores. No sería el primero ni será el último caso de una personalidad política que salta de la cárcel al palacio de gobierno.
Porque Leopoldo López  fue preso, enjuiciado y condenado por ninguna otra razón que por no haberse prestado al baile cortesano de la oposición concupiscente. A todos los presos políticos de este régimen se les ha sometido al principio maquiavélico y hitleriano del castrismo: sentar precedentes sangrientos, grabados a sangre y fuego en sus frentes, para que todos sepan que al dictador no se le discute. Y quien ose enfrentarlo debe morir: como murieron los 45 muchachos que se alzaron contra la brutalidad policial ordenada por el régimen.
Por: Antonio Sánchez García | @sangarccs
Profesor de Filosofía Contemporánea en la Universidad Central de Venezuela.

jueves, septiembre 17, 2015

LA "FICCIÓN JURÍDICA" DEL @PJudicialChile



Vean como trata de explicar lo inexplicable un ministro del Poder Judicial de Chile, que reconoce que se inventa una ficción para meter presos personas. La ficción es la figura del secuestro permanente, es decir personas desaparecidas hacen décadas para los jueces están secuestrados, no necesitan demostrarlo ya que esa es la ficción.
Muchos jueces, la Corte de Apelaciones y la Corte Suprema en Chile admiten que hacen ficciones que les permite meter presos a ex Militares que combatieron el extremismo en Chile. Nuestro país tiene la deshonra de tener presos políticos. Los eventuales delitos no se comprueban, apresan ancianos octogenarios y enfermos catalogándolos como un peligro para la sociedad. Cuando el raptor muere el supuesto desaparecido sigue secuestrado.
Con esa prevaricación meten presos políticos a la cárcel, además de estar prescritos y amnistiados.



Ministro Solís Reconoce Ficción Jurídica, Es decir en Chile los Jueces Suponen, no Prueban. from Ricardo Lopez Bisquertt on Vimeo.

INHABILIDAD.


Hernán Crisosto Greisse ministro en visita extraordinario para causas de DD.HH condenó a 77 ex agentes de la DINA por la supuesta desaparición del mirista Eduardo Ziede Gómez.

En su resolución, el juez de la Corte de Apelaciones de Santiago, condenó a César Manríquez Bravo, Pedro Espinoza Bravo, Marcelo Moren, Miguel Krassnoff y Raúl Iturriaga a 13 años de presidio, por secuestro calificado. Y a otros 72 ex agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional, DINA, a 10 y 4 años de cárcel sin beneficios.

En lo civil, el tribunal obliga al Estado a pagar $ 100.000.000 a la viuda de Ziede y $ 70.000.000 al hijo de ambos, cuestión muy importante en esta política de reparaciones subsidiando gente.

Sorprendente. Nada menos que 77 agentes del Estado, resultan condenados en esta causa donde el mirista Ziede Gómez, figura como desaparecido. Sin embargo, para los jueces no solo la prescripción no rige para estos asuntos: aplican el Tratado de Roma de 2009 para juzgar hechos anteriores, retroactividad que es, desde todo punto de vista, ilegal como todos sabemos.

En cuanto al Caso Quemados, la Corte de Apelaciones de Santiago rechazó el recurso de amparo presentado por la defensa del capitán de Ejército (r) Pedro Fernández Dittus quien está recluido en el Comando de Telecomunicaciones de la Institución. En fallo dividido, la Cuarta Sala estimó que, en esta etapa procesal no cabría acoger el recurso que buscaba anular el juicio, por existir "cosa conocida, juzgada y fallada" como sostuvo el abogado Enrique Ibarra, de manera que se seguirá el curso habitual.

Esto ya lo dijo el ex juez Alejandro Solís "si las causas están archivadas se pueden abrir en cualquier momento" 

Solís dirige la Unidad de DD.HH del Ministerio de Defensa, cuya labor, se supone, será  la de "facilitar" la entrega de información de las FF.AA en esta materia ¡Y sobre él no pesa inhabilidad alguna!

Pero ¿después de 42 años, es racional suponer que aún se guardan datos o antecedentes secretos al respecto? 

El propio Comandante en Jefe de la Institución, el general Humberto Oviedo Arriagada, ingresó solo en 1975 a la Escuela Militar? ¿Qué información podría guardarse de hechos inmediatamente anteriores, como de los derivados del combate a los grupos armados del MIR en 1974, por ejemplo?

¿O en el caso Quemados, donde el testimonio de un conscripto que ni siquiera estaba en el sitio del suceso, al momento de la detención y del incidente mismo que concluye con la  vida de Rodrigo Rojas Denegri, inculpa a los integrantes de dos patrullas militares? Todo es contrario a derecho.

Incluso el ministro de Defensa, José Antonio Gómez, tras sostener en 2014, que en las FF.AA existían "pactos de silencio", posteriormente (el 11 de agosto), al acompañar al general Oviedo al Congreso, afirmó tímidamente que no había tal y que en el Ejército, éstos no existen, como es obvio para todos.

Las necesidades (debilidades políticas) del gobierno, nos traen un septiembre rojo (nuevamente) y el anuncio de que se trabaja en habilitar uno de los pabellones de la cárcel Colina I para recibir, eventualmente a militares, es otro insulto y una nueva humillación. 

Con el ingreso del mayor Jaime Torres Gacitúa, Punta Peuco alberga ahora a 101 presos y su capacidad, luego de la ampliación es de 112 plazas. Dos condenados comparten allá, una habitación de dos por tres metros. Y como Carmen Gloria Quintana se convirtió en vocera de gobierno, sabemos que Bachelet anunciaría el mes entrante, el cierre del centro penal. Lo cual pone la situación en una dimensión distinta. 

DespiertaChile.

martes, septiembre 15, 2015

¿REGRESÓ EL SOCIALISMO CON SABOR A "EMPANADAS Y VINO TINTO"?


¿Qué Chile pretende construir la Nueva Mayoría? ¿Se propone dotar al país solo de un rostro más humano o aspira arrancar de cuajo los cimientos del orden actual? En pocas palabras: ¿estamos ante reformistas o revolucionarios? Al pensar en el Partido Demócrata Cristiano o el radical, estamos ante los primeros. Pero si pensamos en los jacobinos, es decir, la izquierda "dura" dentro y fuera de la Nueva Mayoría, estamos ante los segundos.
Los jacobinos sueñan con el socialismo para Chile. Lo prueban irrefutablemente los planes de acción y las declaraciones del influyente Foro de Sao Paulo, en que militan. Creado en 1990 por la izquierda dura regional, que se reorganizó tras la caída del socialismo real, el FSP ha celebrado 21 encuentros continentales. Contaba en 1990 apenas con un partido en el poder, en Cuba, y unos partidos de luto por la derrota ante la democracia parlamentaria y la economía de mercado. Veinticinco años después, los partidos del FSP superan el centenar y lideran o integran gobiernos en diez países latinoamericanos. Chile es uno de ellos.
El FSP, cuyos inspiradores son Fidel Castro y Hugo Chávez, declara entre sus objetivos (forodesaopaulo.org) eliminar el capitalismo, instaurar el poder popular y el socialismo, y crear una "Patria Grande" latinoamericana. Los miembros chilenos de esta coordinadora son Izquierda Ciudadana, Movimiento Amplio Social, Movimiento de Izquierda Revolucionaria, Partido Comunista, Partido Humanista, Partido Socialista, Partido del Socialismo Allendista y Revolución Democrática. Es decir, hay allí partidos que influyen en La Moneda y los destinos de Chile, y que por lo mismo deberían sincerar ante la ciudadanía los objetivos que tienen para la nación.
No se trata solo del objetivo socialista sino también de otros temas. Uno resulta particularmente inquietante por comprometer intereses sustantivos del país. Una de las resoluciones del FSP, que se ratifican año a año, dice relación con Bolivia: "Apoyo a la salida al mar de Bolivia: El FSP, en el marco de la integración de la Patria Grande, espera una solución a la justa demanda boliviana de acceso soberano al mar, mediante el diálogo, que sea razonable, equitativa y duradera". Entre los objetivos del Plan de Acción del FSP figuran: "Expresar nuestro apoyo al derecho boliviano de una salida soberana al mar como aspecto fundamental para la integración sudamericana y de la Patria Grande latinoamericana". Esto perjudica a Chile, y no se sabe que los partidos chilenos redactaran una declaración aparte para no respaldar la posición de Evo Morales. ¿Tendrá La Haya información de que hay partidos oficialistas chilenos que, en el marco de la FSP, suscriben la idea de un "derecho boliviano"? Esto es de una delicadeza extrema y contradice la posición chilena.
¿Y qué dirá la Cancillería con respecto a la declaración del FSP que demoniza otro aspecto clave de la política exterior chilena? Cito del texto de 2013: "Denunciamos las tentativas, inspiradas por potencias extrarregionales, en el sentido de fracturar y sabotear la integración regional, como es el caso de la llamada 'Alianza del Pacífico'". ¿No corresponde que partidos oficialistas refuten la declaración que denigra a Chile y aliados?
También es inquietante otra declaración del FSP de 2013: En el continente existiría una "guerra de posiciones" entre las fuerzas populares y "las fuerzas de la derecha y del imperialismo". Añade que estos enfrentamientos "definirán la consolidación y continuidad del actual ciclo político avanzado, instalado hace 15 años en nuestra América Latina y el Caribe". Agrega: "Tenemos la convicción de que, continuando con la profundización de los cambios y acelerando la integración regional, podemos recorrer caminos hacia el socialismo en nuestra América Latina y el Caribe". ¿Por qué los partidos chilenos no reconocen en Chile su aspiración de avanzar al socialismo con la que se identifican en el marco del FSP?
El FSP apoya al gobierno de Bachelet y reduce a la oposición chilena a una "derecha y ultraderecha fascista", que "reinciden en implementar una estrategia de desestabilización". Se trataría de una oposición sediciosa. Ya lo sabe el 80% de la población. Sin embargo, el FSP apoya al régimen de Venezuela, que "es una democracia asediada por el imperialismo y sus aliados", y celebra al régimen de La Habana. Ya en 2011, Ricardo Alemao, director de Relaciones Internacionales del FSP, declaró que los gobiernos bolivarianos "inauguran el desafío de construir no solamente una mayor democratización, sino también, en términos estratégicos, un nuevo poder popular que asegure un rumbo socialista al proceso".
Es conveniente que en Chile examinemos las declaraciones del FSP porque brindan una información que permite entender mejor la política de hoy y constatar coincidencias con el programa de la Nueva Mayoría. Corresponde que los partidos oficialistas del FSP arrojen luz sobre lo que tiene trazas de un doble discurso: disimular en Chile la meta socialista y el apoyo a regímenes no democráticos, pero hacer lo contrario en el FSP. También deberían explicar dónde radicaría nuestra soberanía en la "Patria Grande" con que sueñan. En medio de la incertidumbre, el frenazo de la economía y el deterioro de la convivencia cívica, los partidos chilenos que integran el FSP y la Nueva Mayoría deben decirnos con cuál de sus discursos nos quedamos y explicar qué país aspiran construir.

Roberto Ampuero.