martes, febrero 17, 2015

ESPERANZA PARA VENEZUELA.


"Hay muchos países que sufren crisis económica. Bien lo saben los europeos, que se apretaron el cinturón, pero, a diferencia de los venezolanos, mantienen intactas sus libertades y derechos democráticos para presionar en las calles y en las urnas por mejoras... "

En medio de las vacaciones, recibo un mail de auxilio de una amiga venezolana. Pide que la ayudemos a difundir las noticias de su país, para "alertar al mundo de la situación que viven en Venezuela". Escribo esta columna el día del aniversario del inicio de las protestas, que el año pasado duraron cien días y dejaron 43 muertos y 878 heridos.

Nada mejoró en Venezuela este último año. Al contrario, la economía va en picada; el FMI pronostica una caída del 7% del PIB. La baja del precio del petróleo redujo a la mitad el "sueldo nacional"; la inflación terminó 2014 en 64%, y la escasez obliga a hacer colas por los productos básicos. Esta carestía aumenta, porque la producción nacional es mínima y los controles cambiarios impiden importar bienes necesarios.

El gobierno acusa a los empresarios de una "guerra económica", y denuncia intentonas golpistas. No puede reconocer que sus trasnochadas políticas socialistas son la causa de la debacle. En vez de cambiar el rumbo, hostiga y apresa empresarios y comerciantes -20 fueron detenidos a comienzos de febrero-, acusados de "boicot, especulación y acaparamiento". Y llega al extremo de prohibir las colas, tomarles fotos y divulgarlas por internet, absurda medida para tapar la escasez.

Hay muchos países que sufren crisis económicas. Bien lo saben los europeos, que se apretaron el cinturón, pero, a diferencia de los venezolanos, mantienen intactas sus libertades y derechos democráticos para presionar en las calles y en las urnas por mejoras.

En Venezuela, las manifestaciones son reprimidas con brutal violencia por un gobierno que, a medida que la situación empeora, va adquiriendo visos dictatoriales.

La última medida para amedrentar a la oposición fue autorizar a la policía el uso de armas de fuego durante las protestas. Aun así, los venezolanos salieron a la calle a hacer valer sus derechos. Jóvenes estudiantes y gente mayor, marchando por Caracas y otras ciudades en homenaje a los caídos en las protestas de 2014 y por la liberación de los 69 presos políticos. Leopoldo López sigue en la cárcel, a pesar de los pedidos internacionales. Tres estudiantes son torturados en lo que llaman "la tumba", celdas de los sótanos del Servicio de Inteligencia. Reporteros sin Fronteras define 2014 como un "año negro" para la libertad de prensa en Venezuela. No tengo espacio para describir la corrupción y la inseguridad ciudadana, dos flagelos que hacen de ese país un lugar de impunidad.

Parece una paradoja, pero quiero decir que tengo esperanza de que este año las cosas puedan mejorar. La oposición unida ha llamado a un acuerdo nacional para la transición. Un documento serio, que demuestra su voluntad de cambio pacífico para reemplazar al régimen fracasado por uno que respete la democracia y los derechos humanos, y salve la economía. No será fácil. El chavismo controla las Fuerzas Armadas y todo el aparato estatal. Pero la oposición tiene una herramienta clave -las próximas elecciones legislativas- para recuperar la iniciativa y revertir quince años de desastroso socialismo del siglo XXI. 

Tamara Avetikian.

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