lunes, diciembre 23, 2013

INVENTAR UN ENEMIGO.

"Observo un gran teatro tragicómico de un farsante, no de un revolucionario" sostiene el sociólogo alemán Heinz Dieterich (acuñó el concepto del "socialismo del siglo XXI"), al enjuiciar el gobierno de Nicolás Maduro.

Dieterich académico de la Universidad Autónoma de México UNAM, quién apoyó al régimen hasta 2009, precisa que el propio Hugo Chávez, sabía que su esquema económico y político "estaba agotado"

Dieterich creía que Chávez era el gobernante apropiado para materializar su concepto de "socialismo del s.XXI" de democracia participativa y una economía NO basada en el libre mercado, pero reconoce que "nada de esto se hizo en Venezuela ni en ninguna parte del mundo"

Y desde luego Maduro, no está a la altura de tales desafíos, porque este ex chofer de autobuses, sufre de una "falta de trasfondo cultural" y se equivoca profundamente, al intentar vestirse con el ropaje de Chávez.

Maduro, apunta Dieterich, tomó un rumbo caótico, creando "una guerra ficticia" y para ello trata de "inventar un enemigo" y que para evitar un escenario de violencia, ve necesaria una profunda renovación en el propio Gobierno "y no solo del Presidente"

Nicolás Maduro, el mismo que dialoga con Chávez transformado en un "pajarito", y creador del orwelliano Ministerio de la Suprema Felicidad,y que acaba de obtener poderes extraordinarios por un año con la Ley Habilitante, enfrenta el 8 de diciembre una elección municipal con el 53% de desaprobación.

Luego de facilitar el saqueo de algunas grandes tiendas en Caracas y de encarcelar a un centenar de empresarios, acusándolos de delitos económicos, presidió este 23 de noviembre una concentración en respuesta a la masiva movilización opositora.

Después de un  año Henrique Capriles, el líder de la MUD, reconoció su error y optó por reactivar este tipo de manifestaciones. Es un elemento. Pero la apuesta principal de la Mesa de Unidad Democrática, es el colapso de la economía venezolana y a cultivar el creciente descontento popular.

Sin embargo, cualquier observador puede concluir que Maduro, nuevamente vencerá por secretaría, el 8 de diciembre puesto que se trata de una elección política donde está en cuestión su continuidad. Aunque es difícil estimar cuánto tiempo podrá paladear la victoria electoral anunciada.

Venezuela, solamente produce petróleo. Y el comercio, sin stock luego de la rebaja general de precios ni divisas para reponer sus inventarios, podría despedir a unos dos millones de empleados. El Estado es incapaz de absorber ese volumen de cesantes. Y ello podría desestabilizar al gobierno de Maduro que desde enero de 2012, intenta consolidarse por la vía del férreo control estatal de la economía.

Esa guerra ficticia donde el enemigo es el empresariado, la oposición y "el Imperio" probablemente terminará con Maduro derrotado, porque como afirma Dieterich, la mediocridad del presidente "pone en peligro que se pierda todo lo construido"

Si Maduro cae por sus errores o por su incompetencia, sea por un golpe de fuerza o por una destitución provocada por Diosdado Cabello, puede ser cosa de poco tiempo. Lo que será de larguísimo será la reconstrucción económica de Venezuela. Y el  colosal costo político y social de tal proceso, alguien deberá asumirlo. ¿Pagará entonces Henrique Capriles ése costo?

DespiertaChile.cl

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