viernes, noviembre 23, 2012

¿Y LAS VÍCTIMAS DE LOS DERECHOS HUMANOS?



Santiago, 19 de noviembre de 2012
 Señora
Judith Schönsteiner
Directora del Centro de Derechos Humanos
Universidad Diego Portales
Presente
De mi consideración:
En relación con su carta de fecha 15 de noviembre pasado, mediante la cual hace referencia a mis declaraciones vertidas durante la Sesión Ordinaria del 14 de noviembre en la Cámara, por considerarlas “serías, injustificadas y falsas”, debo señalar que considero inaceptable sus comentarios y observaciones toda vez que me he remitido a comentar lo que expresó la prensa, en relación al “Informe Anual” del Centro que UD. dirige; todo lo cual complementé al leer el propio informe.
Sin perjuicio de ello debo precisar lo siguiente:
1)En relación al punto 1) relativo a que confundo el Centro que Ud. dirige con otras unidades de la UDP.
Efectivamente, estoy consciente que son varias las instituciones y organismo relacionados con los Derechos Humanos en Chile actualmente existente en nuestro país y así lo expuse en mi intervención.
Así, están el Centro de DD.HH. de la UDP; el Observatorio de DD.HH. de la UDP; el Centro de Derechos Humanos Universidad de Chile; el INDH, entre otros, quienes se caracterizan por el carácter parcial e ideologizados en sus líneas de investigación y opinión, sin resguardar los Derechos Humanos de todos los ciudadanos de este país.
Basta con leer sus informes, declaraciones, participaciones y otros, generalmente con un permanente cuestionamiento y crítica a todas aquellas materias que tienen algún arraigo en los valores tradicionales en nuestro país y con propuestas agresivas contra el orden establecido.
2)En relación al punto 2) de su carta, relativo a que habría sostenido que Uds. defienden el vandalismo y a los violentistas,.

Efectivamente, después de leer las numerosas páginas sobre la materia, no encontré ningún reproche a los violentistas y vándalos, que aprovechándose de las circunstancia, destruyen todo lo que encuentran atentando contra el orden público.
Por otra parte, el informe contiene numerosas críticas al Poder Ejecutivo, a Carabineros de Chile y otras autoridades, así como a la legislación vigente en la materia (por ej. El DS. 1086 del año 1983) con opiniones y comentarios absolutamente parciales y demostrando una clara inclinación, son la tónica del Informe en comento. En relación al proyecto de ley del ejecutivo sobre el resguardo al orden público”, ingresado al Congreso el año pasado, se sostiene que se trata de “ un proyecto de ley que no tiene otro objetivo más que responder con criminalización, aumento de penas y nuevos tipos delictuales a las demandas de la ciudadanía”. (Ver pag.247)

Y así sigue el informe con otras afirmaciones y comentarios, todos analizados de un prisma parcial, exponiendo como en Chile ha sido la actuación de las autoridades frente al ejercicio del derecho a la Protesta Social, a la libertad de expresión y finalmente el derecho de reunión, olvidando que en Chile hubieron más de 1.600 Carabineros heridos y ninguno de los que atentaron contra el orden publico condenado.
3)En relación al punto 3) de su carta, la Sra. Judith Schönsteiner, señala lo siguiente: “se insinúa que queremos terminar con la Institución de Carabineros de Chile”.
Al respecto y ante tanta critica y cuestionamientos permanente, me hago la pregunta: Qué es lo que quieren hacer? ¿Quieren terminar con la institución deCarabineros de Chile? ¿Quieren que Carabineros de Chile no defienda el orden público? ¿Quieren que Carabineros no defienda a la ciudadanía frente a los actos de violencia?
Pasando al Informe propiamente tal, en lo  relativo a Carabineros de Chile, el nombre del capítulo por sí solo, “Violencia Policial” es tendencioso y descalificatorio para una gran Institución con más de 85 años al servicio de nuestro patria. Para una Institución que, conforme a las encuestas tiene el mayor apoyo de la ciudadanía siendo además la que genera mayor confianza.
En él, se dedican más de 30 páginas a cuestionar el actuar de Carabineros de Chile. Los acusan de falta de modernización, déficit democrático y operativo, olvidando los enormes esfuerzos que ha desplegado la Institución para la mantención del Orden Público y protección de los DD.HH de todos los chilenos.
En la pág. 273 si bien se reconoce el apoyo de la ciudadanía a Carabineros, igualmente la cuestionan y la minimiza, al señalar que si bien “Históricamente, Carabineros de Chile ha liderado, junto a las radios, el ranking de las instituciones que generan más confianza en la población. Sin embargo, durante 2011, y producto de la notoriedad pública de ciertas situaciones abusivas, la policía militarizada sufrió una de las caídas más importantes.” ……..”La caída en la imagen pública de esta institución se debe, en nuestra opinión, al menos en parte, al grado de notoriedad y conocimiento público que han adquirido numerosas situaciones de abuso policial.”
Se sostiene que “A pesar de que han existido algunos avances en relación a Carabineros, como la modernización de su planta y el cambio de dependencia administrativa (desde el Ministerio de Defensa al Ministerio del Interior y Seguridad Pública), todos los cambios han sido externos, lo que ha reforzado la “cultura autárquica”, característica de varias policías en América Latina. Lo que sigue estando pendiente, desde la recuperación de la democracia, es un proceso mayor de reforma institucional que haga de la institución de orden y seguridad una institución más transparente, efectiva y respetuosa de los derechos humanos” (pág. 274.)

4)En relación al punto 4 ) relativo a que habría sostenido que el Centro de Derechos Humanos avala una supuesta “agenda” del Instituto Nacional de Derechos Humanosmantengo mis dichos y reitero que es un hecho indiscutido que ambos realizan numerosas actividades y trabajos en forma conjunta, manteniendo planteamientos afines.
Prueba de que avalan la agenda del INDH, tenemos el Proyecto desarrollado durante el presente año, para fortalecer la defensa de los derechos humanos en regiones de Chile por ambos, junto a la Corporación Innovación y Ciudadanía de la Universidad de los Lagos. Y así existen otras iniciativas. (Ver pág. de noticias de la UDP) y numerosos convenios de cooperación entre ambos.
Concluyo  la presente, señalando que es lamentable que el Informe Anual transmita en todas sus partes, una opinión tan negativa de nuestra realidad social, culpando permanentemente al Gobierno Militar e ignorando que la Concertación gobernó veinte años y para quienes no hay cuestionamientos ni críticas.
En ninguna parte se reconocen los avances de nuestro Gobierno a favor de los DD.HH. de los más desprotegidos como el ingreso ético familiar, la ampliación del acceso a las salas cunas, subsidios de vivienda a la clase media y la ampliación de las viviendas sociales, entre otros, todos derechos humanos por cierto. Tampoco se reconoce que es el Gobierno que más recursos ha otorgado a las Instituciones relacionadas con los Derechos Humanos.
Ninguna mención tampoco se hace a los Derechos Humanos de los Carabineros y sus familias, que viven en permanente angustia, temiendo que sus padres o esposos puedan ser heridos o simplemente morir en el cumplimiento del deber. Tampoco nada se dice de las víctimas.
Es por estas y otras razones que no alcanzo a desarrollar, que el  citado informe pierde credibilidad. Para que un organismo se prestigie frente a la comunidad, debe evitar privilegiar a ciertos grupos por encima de otros, emitiendo informes con suficiente independencia y autonomía, protegiendo y promoviendo los DD.HH. de todos los chilenos.
En cambio, con esta perspectiva y enfoque de los DD.HH., se deja a miles de chilenos fuera, lo que sin duda no es democrático, privilegiando su mirada parcial.
Sería interesante saber cómo se resuelven en su país los disturbios que se producen en las manifestaciones sociales y cuál es la legislación vigente al respecto.
Atentamente,

M. Angélica Cristi M.
Diputada de la República

DESPIERTACHILE.CL

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