lunes, agosto 27, 2012

PINOCHET VIVE.

















Encuentro de lo más extraordinario que yo escriba un blog sobre mi teléfono y la respuesta de los lectores sea más masiva que de costumbre, pero... para hablar del Plan Z y, en definitva, de Pinochet.

Es como ese antiguo chiste de "los fenicios", que era la única materia que sabía un examinando y apenas se sentaba ante la comisión examinadora y sacaba la ficha con el tema, comenzaba su disertación sobre los fenicios. Los examinadores miraban la ficha y le decían: "los romanos", de los cuales el alumno no sabía nada y entonces volvía a su asiento reprobado. La vez siguiente sacó la ficha y comenzó de nuevo a disertar sobre "los fenicios", un examinador miró la ficha y le dijo: "los griegos", de los cuales tampoco sabía nada. Reprobado. Y la tercera y última vez se repitió la escena, sacó la ficha y comenzó su disertación sobre los fenicios, pero repentinamente se interrumpió a sí mismo y exclamó "¡recórcholis, los fenicios!", pues ése era el tema de la ficha. Bueno, aquí uno escribe sobre cualquier cosa, aunque sólo sea de su teléfono, y los chilenos se las arreglan para terminar hablando de Pinochet.

Y tienen razón, porque fue el estadista chileno más grande del siglo XX y, por supuesto, también del XXI. Sobre el XIX tengo algunas dudas, porque siempre he considerado que Aníbal Pinto se vio enfrentado a desafíos mayores que Pinochet y Diego Portales legó una república "en forma" al menos tan sólida como la que le entregó Pinochet a la civilidad en 1990.

Pues a propósito de mi teléfono un provocador de izquierda que comenta mi blog sacó a colación la supuesta falsedad del Plan Z ("los fenicios") y ello ha dado lugar a que otro comentarista haya aportado una publicación de origen cubano con las declaraciones de un personaje altamente colocado del régimen de allá, que confirma palmariamente dicho Plan y no sólo eso, sino que le asigna proyecciones todavía más graves que las que se desprenden del texto escrito que capturaron las fuerzas armadas el 11 de septiembre, pues ponen de manifiesto una inminente intervención militar cubana (con la aquiescencia del gobierno de Allende) de imprevisibles consecuencias para la civilidad democrática.

Como "Pinochet vive", suceden cosas tan extrañas como la llegada en estos días de una comisión de la ONU, evidentemente manejada por la izquierda internacional, para ¡impulsar! más juicios contra ex uniformados, como si no fuera poco lo que ya ha hecho al servicio de esta causa del comunismo internacional el gobierno de Sebastián Piñera, cuyo ministerio del Interior ha llevado de trescientos a más de mil los juicios ilegales persecutorios contra ex uniformados que derrotaron a los agentes locales del Plan Z.

El "Plan Ahora" de anulación del voto por concejales que promueve la familia militar, será la respuesta a esa traición de la derecha, hoy en el gobierno, contra quienes pusieron la cara para salvar a Chile... y a esa misma derecha. Un oficial retirado ha revelado en el diario digital "Chile Informa" haber puesto al tanto a la senadora von Baer, que estaba promocionando a un candidato a concejal de la UDI, del Plan Ahora, al cual ella le restó importancia. Ha hecho mal, porque es la última y desesperada herramienta de quienes han visto horrorizados cómo la derecha ha dejado hacer a la venganza marxista, cuando no ha colaborado con ella, persiguiendo a los uniformados (r).

"¡Los fenicios!". El país vuelve al tema Pinochet una y otra vez. La "asamblea constituyente", la "última locura de Mel Brooks", suprema aspiración comunista, porque es el truco que hace posible el retorno totalitario hoy vedado por la democracia protegida legada por Pinochet, encuentra (¡cuándo no!) ya eco en los Kerenkys chilenos.

A donde vamos, la historia política nos golpea. Semanas atrás fui invitado a un salón de tertulia de personas de derecha a hablar del tema. Uno de los concurrentes contó una experiencia personal, que resumo de memoria: "Durante el gobierno de la UP yo mantenía amistad con un obispo muy de izquierda, monseñor Alvear. Teníamos posturas políticas contrapuestas, pero conservábamos amistad, porque no nos agredíamos el uno al otro. En 1973 él viajó a Europa, y antes de irse me dijo, preocupado, lo siguiente: 'Un joven feligrés muy simpatizante del gobierno me ha dicho que mientras yo esté en Europa, acá en Chile se va a producir una situación muy sangrienta, que va a provocar doscientos mil muertos, porque el triunfo de la revolución exige darle un golpe final a la reacción, para que nunca más vuelva a levantar cabeza'". Parece que monseñor Alvear miraba el anuncio con el mismo espanto que el amigo derechista al cual se lo relató.

¿Será "el último ajuste de cuentas" a que se refería Max Colodro en "La Segunda", en columna que comenté días atrás?

El hecho es que Pinochet vive. La doctrina del odio, desaparecida en todo el mundo pero vigente acá, lo mantiene con vida. Y por eso, si yo hablo de mi teléfono, no falta quien salga con "Pinochet" y lo convierta en personaje central de la discusión.


HERMÓGENES PÉREZ DE ARCE.
http://www.blogdehermogenes.blogspot.com/

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