domingo, julio 31, 2011

LOS ARCHIVOS DE LA TRAICIÒN.




Esta mañana veía en las páginas de vida social de "El Mercurio" las fotografías de la celebración con que TVN presentó su serie "Los Archivos del Cardenal", archivos que, como es bien sabido, no fueron del Cardenal sino del Archivero de la Vicaría, alto jefe comunista y del FPMR, José Manuel Parada. Sentí vergüenza ajena de ver cómo ahí estaban, posando sonrientes, algunos oficiales del Ejército en colaboración con autoridades de TVN, parlamentarios, entre ellos el diputado comunista Hugo Gutiérrez, destacado defensor de terroristas, todos haciéndose por igual cómplices de la denigración de las instituciones uniformadas.
 
Y había en la escena no pocos civiles de derecha que, en su tiempo, expresaban loas (a veces exageradas) a las fuerzas armadas y carabineros por haber salvado al país de la esclavitud totalitaria. Hoy aplauden a los que, con dineros públicos, se dedican al ludibrio de los salvadores de Chile.
 
Pero yo también tengo mis archivos. Y así, tras ver lo anterior, desenterré dos páginas de "El Mercurio" de 26 de mayo de 1986, donde la Corporación por la Paz publicó las fotografías de 47 uniformados asesinados por el MIR y el FPMR entre abril de 1978 y esa fecha: 28 carabineros, nueve integrantes del Ejército, cuatro de Investigaciones, tres de la Armada y tres de Gendarmería. "Caídos por Dios y por la Patria en cumplimiento de su deber". Todos muertos a traición o en atentados terroristas.
 
Muchos de los autores de los crímenes seguían prófugos, pero otros habían sido apresados y tenían abogados defensores. En la lista de estos últimos se puede reconocer a varios "abogados de derechos humanos", pero en ese caso defensores de quienes atropellaron los derechos humanos de los caídos: Alejandro González, Laura Soto, Hernán Quezada, Fernando Zegers Ramírez, Alejandro Hales.
 
Entre las víctimas estaba Arnoldo Antonio Parra Gutiérrez, un vigilante de 31 años tomado como rehén y asesinado de un balazo por los terroristas de extrema izquierda. Los autores fueron detenidos, pero intercedieron por ellos "todos los abogados de la Vicaría de la Solidaridad", dice la publicación.
 
Otra víctima que aparece es el carabinero Miguel Ángel Vásquez, asesinado a mansalva por seis frentistas el 29 de abril de 1986. Al ser perseguidos, algunos resultaron heridos y fueron atendidos por un médico de la Vicaría de la Solidaridad y en una clínica contratada por ésta, y encubiertos por un abogado de la misma. Los tribunales procesaron a ambos profesionales como cómplices. En los procesos, los asesinos fueron defendidos por los abogados de la Vicaría. Con el tiempo, el abogado cómplice fue indultado y posteriormente se convirtió ¡en Director de la Agencia Nacional de Inteligencia!, bajo los gobiernos de la Concertación.
 
Cuando la justicia descubrió que la Vicaría operaba como brazo logístico del terrorismo marxista, proporcionándole a éste clínicas para la atención de subversivos heridos y prófugos, y defensa judicial en caso de ser aprehendidos, el ministro sumariante solicitó al Vicario, monseñor Valech, las fichas de atención médica, que eran muchas, dado que desde hacía largo tiempo la citada repartición del Arzobispado prestaba este servicio al terrorismo, financiado, por supuesto, con los aportes de los fieles católicos.
 
Pero el Vicario se negó a entregar las fichas al ministro, lo cual lo constituyó en responsable del delito de obstrucción a la justicia. Pero como ésta no es pareja (en realidad, en Chile ni siquiera es justicia), el Vicario no entregó nada, encubrió al MIR y al FPMR, y nadie lo volvió a molestar.
 
Debido a sus méritos al servicio de la causa marxista, Valech fue puesto después a cargo de distribuir beneficios para unos treinta mil izquierdistas que, bajo Ricardo Lagos (y en medio de un vendaval mediático que, mirado a la luz de la verdad histórica, habría resultado patético si no hubiera sido simplemente ridículo) repartió pensiones mensuales que hoy deben ser de unos 150 mil pesos a cada uno de quienes refirieron haber recibido malos tratos y por ese solo hecho.
 
Los chilenos contamos entre nosotros con un número respetable de traidores. Pero en todas partes los traidores son, por lo menos, discretos. Acá no. Acá traicionan con publicidad.
 
Hay uno de los que posaron en la ceremonia con que TVN ha presentado su teleserie propagandística "Los Archivos del Cardenal" que no tiene ninguna razón para avergonzarse: el diputado comunista Hugo Gutiérrez, cuyo partido, mediante dicha serie, le ha convertido un gol de media cancha al actual V Gobierno de la Concertación, que ha resultado tanto o más generoso que sus antecesores para entregar recursos destinados al lavado de cerebros de los chilenos a fin de que jamás lleguen a conocer toda la verdad histórica.
 
HERMÒGENES PÈREZ DE ARCE.

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