jueves, marzo 31, 2011

CARTA AL EX PRESIDENTE DON PATRICIO AYLWIN AZÓCAR.


Santiago, 30 de Marzo de 2011.

Sr. PATRICIO AYLWIN AZOCAR

Presente.

Por la edición de hoy de “El Mercurio”, se ha sabido que, costeado por la Fundación alemana Konrad Adenauer, principal financista de la Democracia Cristiana, Ud. participará en un documental sobre su trayectoria política, relatando episodios de su historia personal.

En los artículos que se han escrito sobre este hecho - como siempre, y según se señala -, recurrirá una vez más a la figura del General Pinochet para ridiculizarlo, según dictan las políticas comunicacionales de la Concertación y no será veraz en sus apreciaciones respecto al real valor histórico del ex Presidente. Mal que mal, usted sólo administró lo que de él heredó, porque no se le conocen obras durante su mandato.

Hay que reconocerlo. Por lo tanto, los elogios de Obama, no le llegan mucho.

Sin embargo, y a modo de recordatorio, le sugiero algunos temas que obligadamente deben estar presentes en ese documental, porque la mayoría de los chilenos tenemos mala memoria. Mal que mal, usted ofició de Presidente de la Democracia Cristiana y Presidente del Senado durante la Unidad Popular, y tiene hechos históricos importantes que debe revelar, y no preocuparse tanto de la Sra. Lucía.

Eso es bajo. No es de caballero.

Por ejemplo, a los chilenos nos gustaría saber en sus memorias, si usted o algún demócrata cristiano saben de Juan Millalonco, dirigente DC, asesinado el 3 de Abril de 1971 por elementos del Partido Socialista, sus socios actualmente en la Concertación.

Ud. en su calidad de Presidente de la DC : ¿presentó alguna querella por este crimen? ¿Quiénes fueron sometidos a proceso? ¿Cuántos encarcelados hay por este asesinato? ¿Hay alguna agrupación de su corriente que clame por la verdad y justicia? ¿Se han acordado de él? ¿Ud. sabía que existía?

¿Se acordará en su documental que el mismo 3 de Abril de 1971, la Democracia Cristiana pidió al Jefe de Plaza de la Provincia de Santiago, general Augusto Pinochet Ugarte (¡Increíble!), la clausura del Canal Nacional de Televisión por haber estado difundiendo “programas políticos de apoyo a la UP”, en “abierta intervención electoral”, la víspera de los comicios municipales.

¡¡ Qué sabroso recuerdo!!

Al Cardenal Raúl Silva Henríquez, usted, sus correligionarios y sus socios en la Concertación, viven recordándole y haciéndole homenajes. ¿Cuál fue su reacción cuando el 26 de Octubre de 1971, la residencia de la autoridad eclesiástica fue allanada por miembros del dispositivo de seguridad de Salvador Allende (GAP)?.

Sería interesante su opinión, aunque fuera cortita. ¡¡Ud. que era tan cercano al Cardenal!! Sería más interesante que hablar de CEMA.

¿Se acuerda usted cuando su partido, ahora en la Concertación junto a los socialistas, en Diciembre de 1971, acordó acusar constitucionalmente al Ministro del Interior José Tohá, por la responsabilidad que le cupo en la no disolución de grupos armados: MIR, FER, la “Brigada Ramona Parra”, la “Elmo Catalán”, por la agresión que sufrieron miles de mujeres en la “Marcha de las cacerolas vacías”?

¡¡ Esos son recuerdos para plasmar en un documental!!....no pelambres de mujeres.

Me imagino que tiene algún parrafito respecto al mes que se “pegó” de visita, el tirano Fidel Castro, y junto con él, al otro tirano y asesino, Erich Honecker, a quien su embajador en Rusia, Clodomiro Almeyda, le dio asilo como un trámite personal, causando un tremendo impasse diplomático y usted gentilmente lo acogió en nuestro país, para que acompañado de su dulce y buena mujer Margot, muriera en paz, aquejado de cáncer al hígado en su apacible morada. Al igual que el trato que reciben nuestros prisioneros militares. Me imagino que en su película, hablará algo de ello.

¡Tanta cuenta que queremos pedirle los chilenos y a lo mejor su documental va a ser más corto que la propaganda de “Rosa de Aric..”!

Por ejemplo, cuanto de sabroso debe de tener el episodio del “Carmengate”.

Tiene que contarlo en su documental.

Recuerdo que fue un escándalo político al interior de la DC, después del triunfo del “NO”. La batahola se desató cuando se descubrió a dos militantes de la DC en la sede del partido adulterando los padrones electorales en favor suyo. ¿Contará de su amistad con Gabriel Valdés a raíz de este episodio?

¿Y qué va a decir cuando un país completo lo va a recordar como el Presidente que regaló tranquilamente territorio chileno a la República Argentina a raíz de un arbitrario fallo y su indigna frase para el bronce : “ ¡Qué importan pedacitos más o pedacitos menos!”.

¡Estas son las cosas interesantes que quieren conocer de sus labios millones de chilenos y no “naftalinerías” que a nadie interesan.

Finalmente, creo que es necesario en este documental, quizás el último de su existencia, su “mea culpa” por la responsabilidad que le cupo como dirigente político, en la crisis institucional más grave y triste de nuestra Historia, dónde Ud. junto a otros, fueron incapaces de frenar al funesto Gobierno de Allende, golpeando las puertas de los cuarteles, clamando la intervención de las Fuerzas Armadas y de Orden para salvar al país.

Desprovistos del poder y anhelantes de volver a las pistas, crearon ficciones legales para encarcelar a quienes acogieron vuestro llamado.

Usted tiene mucho que hablar. No creo que le convenga y tampoco nadie le va a poder contestar por razones obvias.

En fin, lo anterior era sólo un aporte. Si se refiere a estos hechos, por el protagonismo que tuvo en cada uno de ellos y que las tácticas comunicacionales tan bien taparon, su documental saldría más largo que “Lo que el viento se llevó”.

General HERNAN NUÑEZ MANRIQUEZ


lunes, marzo 14, 2011

CARTA AL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA POR EXPRESIONES SOBRE EL GENERAL MANUEL CONTRERAS SEPÚLVEDA.


Marzo 15 del 2011

Excelentísimo Señor Presidente de la República

Presente.

Hace algunos días el diario La Nación , que en su gobierno continúa tan violento y agresivo en contra de las Fuerzas Armadas y Carabineros como en los peores momentos de la Concertación , publicó una singular entrevista a su persona sobre el tema “indultos”, en la cual Usted esgrimió las siguientes expresiones refiriéndose al Señor General de Brigada don Manuel Contreras Sepúlveda, Preso Político del Estado de Chile:

“No habrá indulto para violadores de los derechos humanos, como el General Contreras, aunque existan razones humanitarias para otorgarlo”

“Los que cometieron delitos atroces como el caso del General Contreras, no van a tener ningún beneficio porque no lo merecen”

“Hay crímenes de lesa humanidad como los que cometió el General Contreras, que no van a tener ningún indulto ni conmutación de pena”

Un comentario así podría ser entendible para alguno de sus cuatro predecesores, quienes encubaban una purulenta odiosidad por todo lo Militar. Pero viniendo de Usted Señor Presidente, que llegó a La Moneda luego de pedir públicamente el voto de la Familia Militar , resulta ruin y penoso, y perdone que sea tan franco, resulta digno de una persona muy hipócrita.

Si Usted Señor Presidente se permitiera tan solo un par de horas para estudiar y analizar la VERDAD HISTORICA , algo que nunca es malo para un primer mandatario, se podría dar cuenta de muchas cosas que su bursátil mente desconoce o quiere desconocer.

Recordará Usted que el 11 de Septiembre de 1973, cuando se encontraba estudiando en Estados Unidos, celebró eufórico al igual que su demócrata cristiana familia, la Liberación de Chile. Y recordará además Señor Presidente que transcurridos los años mantuvo siempre una silenciosa admiración por el Gobierno Militar, cuyas políticas económicas y el impulso dado al crecimiento de Chile fueron la plataforma, más su indiscutible capacidad, para que amasara su impresionante fortuna, algo difícil para una persona que viene de una familia de clase media dedicada a la politiquería.

Pero más allá de lo anterior existe un punto Señor Presidente que no debe dejar en el olvido, porqué si lo hace se transforma de inmediato (como ya se rumorea), en el quinto gobernante de la concertación. Usted debe tener presente el contexto histórico en que se vivió la Liberación chilena el año 1973, cuando el planeta se debatía en la siniestra Guerra Fría, donde la más funesta de las doctrinas criminales, el comunismo, amenazaba con dominar y someter el planeta.

Usted Señor Presidente fue testigo en Norteamérica, cuando Estados Unidos junto a otros países potencias hicieron frente a este infernal adversario que cerraba fronteras, recluía y sometía a miles de millones de seres humanos. Cuando el conflicto generaba un ilimitado armamentismo y un amenazante desarrollo nuclear, todo en medio de las más grandes operaciones de Inteligencia Militar.

Entonces Señor Presidente, Usted no puede olvidar que la acción Militar emprendida el 11 de septiembre de 1973 por las Fuerzas Armadas y Carabineros de Chile, se produjo en ese contexto, como una arista más de la Guerra Fría , cuando el Comunismo Internacional infiltraba Chile con la intención de dominarlo y hacerlo parte de sus poderíos, para continuar desde aquí la incursión otros lugares.

Usted Señor Presidente no puede cegarse a esa realidad, como tampoco puede continuar dando crédito a la falacia de encumbrar la figura de Salvador Allende como un “mártir de la democracia”. Usted Presidente sabe muy bien que Allende era un simple agente de la incursión comunista internacional, y también sabe que el país estaba invadido de un ejército paramilitar fuertemente armado. Y que La Moneda , Tomás Moro, El Arrayán y muchos lugares más, incluso grandes extensiones sureñas se habían transformado en reductos y focos de guerrilla, fuertemente armados por el comunismo internacional en su avance hacia el dominio del orbe.

Entonces Señor Presidente Usted comprenderá que el Gobierno Militar chileno no se encontró frente a una simple “oposición política”, sino que desde el comienzo se enfrento, ni más ni menos, que al entonces poderosísimo comunismo internacional. Y como Usted bien comprenderá, para ello fue imperiosamente necesario contar con un organismo que lo proveyera de la necesaria información para enfrentar el difícil momento histórico. Así nació la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), donde le correspondió actuar al señor General de Brigada don Manuel Contreras Sepúlveda.

Sobre el particular me permito explicarle que si la Liberación chilena se hubiera producido dos años antes del año 1973, es muy probable que el General a cargo de esa necesaria actividad de Inteligencia hubiera sido otro, no el General Contreras; y lo mismo si las circunstancias se hubieran producido dos años después, donde también el General encargado habría sido otro. Pero el momento histórico fue el año 1973, y se encomendó la actividad al General Contreras, quien reunía las capacidades profesionales para ello, y cumplió con su Deber Militar en la misma forma en que lo hubiera tenido que hacer cualquier otro General en su lugar, realizando un trabajo profesional brillante, permitiendo así que Chile (en la época un país del llamado “tercer mundo”), se pudiera liberar exitosamente del peor de los flagelos, incluso veinte años antes del desplome definitivo del comunismo en el mundo.

Entonces Señor Presidente le recomiendo que no se haga parte del odio que mentes perversas han diseminado en Chile y el mundo en contra del general Contreras, él simplemente cumplió con lo que le deparó el destino. Si no hubiera estado él, otro General habría tenido que cumplir la delicada y necesaria misión.

Estoy muy seguro Señor Presidente que si usted como primer mandatario se viera con el país sometido a un grave conflicto internacional como la Guerra Fría , con toda la repercusión subversiva interna que eso acarreó en la época, no trepidaría un segundo, en buscar entre sus hombres de armas a un General Contreras, para enfrentar con éxito el desafío.

Pero para Usted las cosas fueron muy distintas Señor Presidente, recibió un país pujante y con una economía sólida, con una Institucionalidad moderna, limpio de subversivos y sin problemas limítrofes mayores. Y como Usted bien sabe, lo anterior no fue obra de la Concertación , TODO fue edificado con sacrificio y esmero por el Gobierno de las Fuerzas Armadas y Carabineros de Chile, donde se incluye la labor abnegada del señor General Manuel Contreras Sepúlveda.

Por esta razón encuentro muy injustas e indignas sus palabras en el diario La Nación hacia ese servidor público que tanto hizo por Chile en uno de los momentos más difíciles y crudos de su historia.

En la entrevista Usted habla de los “derechos humanos violados por el general Contreras”. Me va a perdonar Señor Presidente, pero Usted bien sabe que el vilipendiado tema de los “derechos humanos” es el más cínico de los pretextos, bajo el cual se ha lapidado tanto al propio General Contreras, como en general a todos los Uniformados chilenos, retirados o en servicio activo. Sobre esto Señor Presidente es muy necesario que ponga desde ya su mano en el pecho y aprenda a reconocer que la verdad en Chile la tienen oculta hace mucho tiempo. La parafernalia de los “derechos humanos” es el negociado más sucio de todos los instaurados en Chile por la Concertación , y a su gobierno le está costando muchos millones de dólares que podría ocupar en verdaderas necesidades nacionales. Y lo peor de todo es que ese negociado conlleva a una implacable e injusta persecución de Militares.

También Usted se refiere textual “a delitos atroces cometidos por el General Contreras”. No se en que se basa Usted para decir algo así, pero sería bueno Señor Presidente que recuerde que luego de derrotada la insurrección armada de Allende en Chile, el comunismo internacional despechado desplegó la más siniestra red comunicacional en contra del Gobierno Militar, y junto a ello invadió Chile de subversivos fuertemente armados, para lo cual se realizaron los más espeluznantes desembarcos de armas vistos en nuestra historia. Esa acción terrorista destinada a derrotar al Gobierno Militar asesinó en Chile a centenares de Uniformados de todas las Instituciones, especialmente Carabineros. ¿Eso no es una violación a los derechos humanos?, ¿O esas personas por ser uniformados no tienen derechos humanos?, ¿Sabía usted Señor Presidente que los familiares de esos cientos de Uniformados vilmente asesinados por el terrorismo, NUNCA recibieron ni un mísero centavo del Estado de Chile como indemnización? Entonces Señor Presidente no achaque atrocidades tan livianamente al General Contreras, ni a ningún Uniformado chileno. Más bien reconozca que ellos arriesgaron su vida por defender a los chilenos, por defenderlo a Usted, de las verdaderas atrocidades, las que el comunismo hacía en Chile.

Y rebalsando el vaso Señor Presidente, en su entrevista habla de “los crímenes de lesa humanidad cometidos por el General Contreras”. Yo no se que país vive Usted pero le recuerdo que Chile se adhirió al Estatuto de Roma que los tipifica el año 2009, y eso NO TIENE carácter retroactivo, en otras palabras, solo es aplicable solo desde esa fecha en adelante. Y le recuerdo que en esa fecha el General Contreras ya estaba preso, y no creo que en la cárcel haya cometido algún crimen de lesa humanidad durante los dos últimos años. Seamos serios Señor Presidente.

Ya transcurrió un año de su mandato Señor Presidente. Un año en el que ha contado con el más leal apoyo de sus Fuerzas Armadas y Carabineros, Instituciones que por doctrina nunca van a entrar en deliberación alguna. Pero le recuerdo que Usted adquirió un serio compromiso en su campaña en una reunión con un millar de ex Uniformados. La promesa hecha por Usted fue muy clara y categórica, y fue escuchada con mucha atención por todos los uniformados chilenos, activos y retirados, y por sus familiares. Usted prometió simplemente “JUSTICIA IGUAL PARA TODOS”. Esto incluye a todos los chilenos, al General Contreras y a todos los Militares Presos Políticos, y también a todos los Militares perseguidos y sometidos a proceso prevaricadoramente por la justicia.

Sobre el particular le recuerdo que son miles los subversivos sacados de las cárceles durante los gobiernos de la Concertación , vía amnistía, indultos, prescripciones, beneficios carcelarios, etc. Le recuerdo además que la Concertación negó cualquier beneficio a los Militares presos. Y le recuerdo finalmente que la Familia Militar chilena confiaba en Usted y su promesa para encontrar una solución a este doloroso problema, pero tras un año su promesa nunca se cumplió y la situación de los Uniformados presos es cada día peor, agravado esto con expresiones suyas como las que tuvo hacia el General Contreras.

Solo le puedo recomendar Señor Presidente, con todo el respeto que su persona e investidura merecen, que aun está a tiempo de recapacitar y de gobernar para quienes le dieron el voto, personas mayoritariamente partidarias del Gobierno Militar. También le recuerdo que aun está a tiempo de cumplir con la anhelada promesa hecha al Mundo Militar chileno. Y por último le recomiendo que no siga gobernando para la Concertación , no sea iluso, ellos no lo merecen, en un año no han sido sus opositores, solo han actuado como sus enemigos.

Termino manifestándole Señor Presidente que el trato vejatorio que dio al General Contreras en esa entrevista, es algo que habla muy mal de Usted. El General Contreras es un hombre anciano, octogenario, enfermo y que no se puede defender de sus dichos. Además tiene una familia, hijos y nietos, personas que no tienen porque estar soportando sus exabruptos, personas que merecen que Usted como Presidente de todos los chilenos, los respete.

Lo saluda atentamen

ALEJANDRO RUSSELL O’KUINGHTTONSS.

miércoles, marzo 02, 2011

LAS LEYES CONTRA MILITARES.


ESTADO DE DERECHO Y LOS SOLDADOS DEL 73

"...Muchos Oficiales se mantienen procesados, condenados o presos porque equivocadamente no se está dando aplicación a las disposiciones vigentes que los favorecen...".

WILLIAM THAYER ARTEAGA La distinguida jurista doña Raquel Camposano manifiesta en carta a "El Mercurio" publicada el 21 de diciembre de 2010 su preocupación por los Oficiales que pertenecieron a las Fuerzas Armadas y de Orden y que se encuentran condenados o procesados en razón de delitos que no eran tales a la fecha en que se habrían cometido, o que, siéndolos, habrían prescrito o estarían amnistiados.

No cabe aquí comentar sus fundamentos, sino sólo recordar su enunciado:

a) El aforismo "No hay delito ni pena sin una ley previa que los establezca";

b) La Constitución chilena (artículos 5 y 19 Nº 3);

c) El Tratado de Roma al que se remite la cláusula vigesimocuarta transitoria de la Carta vigente, y su Estatuto, vigente en Chile desde el 1 de septiembre de 2009, en especial artículos 24 y 29;

d) La ley 20.357, que tipifica los delitos de lesa humanidad y genocidio, y crímenes y delitos de guerra;

e) El Decreto Ley 2.191 (1978) sobre Amnistía, dictado a solicitud del Consejo Mundial de Iglesias, presidido entonces por el cardenal arzobispo de Santiago, don Raúl Silva Henríquez;

f) Los principios generales del derecho, que deben aplicarse a falta de normas en los tratados o prácticas establecidas, según el artículo 38 del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia de La Haya y artículo 21 del Tratado de Roma;

g) En cuanto a la denegación de la excepción de prescripción extintiva, fundada en la Convención sobre imprescriptibilidad adoptada por la Asamblea de Naciones Unidas (26.11.1968), tal convención no está ratificada por Chile, por lo que no es posible invocarla en nuestro país;

h) Más aún, no se ha ratificado porque contraría el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y hoy día también el Tratado de Roma que sólo permite invocar la imprescriptibilidad respecto de los hechos que tuvieron principio de ejecución a contar de la vigencia en Chile de ese Tratado (1 de septiembre de 2009).

CONCLUSIÓN:

1º. La simple y leal aplicación de la normativa legal, constitucional y de los tratados internacionales ratificados y vigentes en Chile obliga a concluir que muchos Oficiales se mantienen procesados, condenados o presos porque equivocadamente no se está dando aplicación a las disposiciones vigentes que los favorecen y que hemos recordado;

2º. Extender retroactivamente la prohibición de favorecer con la amnistía o la prescripción a hechos o situaciones muy anteriores a su vigencia, es fallar contra ley expresa, violación especialmente inicua en materia penal;

3º. Aplicar la norma supletoria referente a los principios generales del derecho, con preferencia a lo expresamente dispuesto en la ley, la Constitución o los tratados, es violentar el ordenamiento nacional e internacional vigente;

4º. Hacer aplicables en contra de los inculpados las normas sobre imprescriptibilidad de un tratado no ratificado por Chile y, además, contrario a las exigencias de otros tratados ratificados y vigentes en Chile, fuera de implicar un acto absolutamente nulo o ineficaz, constituiría un atropello a la juridicidad más elemental;

5º. Como lo expresara la distinguida jurista Camposano, es innegable que la iniquidad de algunos crímenes cometidos hace décadas e imputados a particulares, funcionarios públicos o autoridades ejecutivas indignan a quienes toman conocimiento de ellos. Pero nada sería tan indigno y censurable como que los miembros del propio Poder Judicial atropellaran la ley en el ejercicio de la sublime atribución de condenar, sobreseer o absolver a un imputado. Enciende nuestro optimismo la convicción profunda de que el siglo XXI chileno no será testigo de esa debilidad.